El testimonio de los vacunados con AstraZeneca en Salamanca

Juan Ignacio fue el primer vacunado este sábado en el Multiusos Sánchez Paraíso después de ponerse a la fila a las 8:30 horas, hora y media antes de su cita. “Hasta hace dos semanas he sido autónomo y me levanto todos los días a las 6 de la mañana. No pretendía ser el primero ni he venido antes para ello”, confesó a la salida tras recibir el pinchazo en el brazo. “Ni te enteras, han sido todos muy amables y profesionales ahí adentro”. A Juan Ignacio todo le recordó a cuando hizo la mili, aunque aquello fue peor. “La hice en San Viator, en Almería. Allí nos pusieron a todos en fila y nos administraron más vacunas que ahora”. Espera que con la inoculación masiva mejore la salud y la economía. “Me he dedicado a la distribución de bebidas y llevamos meses sin compensación y tirando de los ahorros, sacando dinero del bolsillo de atrás”.

Diamantina afrontó la rampa de salida exultante. “Lo estaba deseando para poder ver a mis hijos y a mis nietas, que casi ni nos reunimos ni nos podemos abrazar”, aseguró al encontrarse con Antonio, su marido. Su hija vive en Madrid y apenas la ve, algo que espera cambiar en los próximos meses. Lola se acuerda de sus nietos en la fila y no puede dejar de emocionarse. “Llevo sin verlos un año”, confiesa con la voz entrecortada y decide avanzar en la fila para no romperse del todo.

Un poco más atrás Isabel se despide de su marido, que entra para vacunarse primero, a ella le toca a las 13 horas. “Vengo porque me puede la responsabilidad, pero estoy disgustada con la gestión de los políticos de Europa, de España y de la Región. Ellos nos crean el miedo”, reprochó. En cambio Fina salió animada porque “necesitamos esto para la reactivación económica”, mientras Lourdes tenía ganas de que llegara el día “aunque con repelús por todo lo que ha pasado con AstraZeneca”.