Domingo, 14 de agosto 2022, 19:58
A Alejandro Rodríguez el hecho de tener prótesis en las piernas no le echó para atrás a la hora de decidir hacer una vida completamente independiente. Por eso a principios de 2021 se puso manos a la obra y decidió, tras superar el examen teórico, hacer las prácticas para tener el carné de conducir. Pero a diferencia de lo que podría haber hecho cualquier ciudadano, él no comparó precios y autoescuelas y se fue directo a la que le habían dicho que ofrecía este servicio. “No esperé mucho. Es cierto que debido a la pandemia había cierto retraso pero era algo que afectaba a todos los alumnos”, indica.
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Sin embargo, considera que cuatro coches adaptados son “muy pocos” para una ciudad como la de Salamanca. “Debería haber más porque además si el número se incrementara habría mucha gente más que se animaría a sacarse el carné. Ya no es el número de personas interesadas es que hay que dar muchas prácticas y con cuatro coches no se da a basto”, lamenta.
Al igual que denuncian el resto de personas con discapacidad física, asegura que las adaptaciones que hay que realizar a los turismos no están al alcance de todos. “Yo en mi caso he tenido que poner el acelerador de mano, el freno en el volante y a su vez en este un pomo para girar. En total, más de 9.000 euros”, indica Rodríguez.
Pero además, el proceso de adaptar el coche lo ha tenido que hacer en Madrid, pues asegura que hay más empresas que se dedican a ello que las que existen en la región. “Me han dicho que todavía va a tardar unos días”, apunta el joven con ilusión.
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