Lunes, 13 de enero 2020, 23:30
El verdadero reto demográfico en Salamanca va más allá de frenar la pérdida de población. El objetivo principal debe ser recuperar a los miles de jóvenes que ha perdido la provincia en las dos últimas décadas y que ha dejado un hueco que difícilmente pueden “tapar” las generaciones del futuro sin una implicación sin precedentes de las administraciones públicas. El análisis de los datos resulta inquietante: Salamanca ha perdido desde 2002 más de 32.000 habitantes de entre 18 y 35 años. Un déficit marcado por el descenso de la natalidad, pero también por la marcha de salmantinos nada más acabar su etapa formativa a otras provincias o al extranjero en busca de mejores oportunidades laborales.
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