El potencial minero por explotar en Salamanca

La última estrategia de la Junta sobre los recursos minerales de Castilla y León apuntaba el potencial de Salamanca en la minería metálica y la necesidad de investigar para conocer con exactitud las posibilidades en materias primas claves para la industria como el grafito, las tierras raras y los fosfatos.

El informe señala la relevancia de Salamanca en dos metales como el estaño y el wolframio. De estos dos elementos hay en la provincia 345 minas o indicios, la que más tiene en la Comunidad. Además de la de Barruecopardo de wolframio, la Junta destaca la zona de Lumbrales como importante en reservas y que podrían aprovecharse en un futuro.

Más difícil de evaluar es el volumen de otros metales que aguardan bajo el subsuelo salmantino. El informe de la Junta destaca que las investigaciones realizadas en los últimos años han puesto en evidencia la presencia de minerales que han sido considerados por la Unión Europea como materias primas críticas debido a que la producción actual es escasa y la inmensa mayoría se da en otras regiones. Por ejemplo, existen en Salamanca indicios de grafito, un material con el que se puede producir grafeno, que es utilizado en productos de alta tecnología para fabricar pantallas táctiles flexibles.

Unas de las sustancias con mayor interés comercial en la actualidad es el de las tierras raras, elementos pocos conocidos. Es un grupo compuesto por 17 elementos, algunos de ellos muy escasos en el mundo. Su uso es muy amplio y abarca desde reactores nucleares a tecnología láser, pasando por baterías, combustibles y filtradores de radiación. Los elementos más cotizados son el itrio, neodimio, europio e iterbio. Están considerados por la Unión Europea como materia prima crítica.

La Junta destaca que en Salamanca existe una explotación en materiales aluviales que obtiene casiterita y varios minerales pesados, entre ellos la monacita, portadora de elementos de tierras raras. Sin embargo, apunta la necesidad de hacer más investigaciones para conocer si merece la pena extraerlo.

También hay constancia de una reserva de fosfatos en Salamanca, así como dos explotaciones de litio en La Fregeneda, material clave para el desarrollo de los coches eléctricos, e indicios en Aldehuela de La Bóveda y Campo de Argañán.

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