Martes, 13 de septiembre 2022, 10:42
La sanidad pública en Castilla y León es pública desde el inicio hasta el final del procedimiento. Otras, no tanto.
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Se ha convertido en una de las noticias virales de la semana: el Hospital de Bidasoa tuvo que amputarle una pierna a un paciente y ahora le está reclamando que regrese al hospital para recoger la pierna amputada y se encargue de gestionar “sus restos humanos”. Es decir, que contrate a una funeraria para incinerar o enterrar esa pierna, lo que no le va a salir gratis. Si contrata un servicio de incineración la factura puede ascender hasta los 1.500 euros, más el IVA, pero si no se da por aludido y se niega a ir recoger la pierna, el Hospital podría denunciarle y la Administración le multaría con un máximo de 500 euros. De momento, el paciente al que acaban de amputar no se ha personado y le han tenido que reclamar a través del Boletín Oficial del País Vasco.
La noticia ha generado un gran interés a nivel nacional porque hace reflexionar, precisamente, sobre qué se hace con los miembros y órganos que diariamente se extirpan en los hospitales.
El servicio de salud del País Vasco se acoge a un decreto de sanidad mortuoria que estipula que un resto humano debe recibir el mismo tratamiento que un cadáver y puntualiza que por restos humanos se entiende “partes del cuerpo humano de entidad suficiente procedentes de abortos a partir de la semana 14, amputaciones o mutilaciones que afecten a extremidades o miembros a partir del nivel metacarpiano o metatarsiano”.
La duda es si los pacientes del Hospital de Salamanca también deben pagar después de sufrir una amputación. “La gente no paga por operarse, ni por los tratamientos que les administramos, ni por las revisiones... ¿Cómo van a tener que pagar, encima de que han perdido un órgano?”, apuntan fuentes sanitarias de Castilla y León.
Desde el Hospital de Salamanca no se ha aclarado si se aplica esta política, pero las propias funerarias confirman: “Aquí son los hospitales los que se hacen cargo de todo. Jamás nos han llamado para ir recoger una pierna o similar”, apuntan desde La Dolorosa.
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Profesionales sanitarios del Complejo Asistencial también confirman que los órganos que se les extirpa a los pacientes, y una vez que no necesitan ser analizados por Anatomía Patológica, se gestionan como desechos biológicos. Incluso desde cirugía se apunta que “cuando se amputan miembros, van en cajas hasta nuestra morgue y el Hospital se encarga”. “No nos consta que ningún paciente haya tenido que pagar después de ser amputado”, dicen. De hecho, cuando se produce algún aborto en fases muy prematuras, si la familia no solicita expresamente que desearía enterrar los restos del feto, también existe un protocolo para gestionarlos y, por supuesto, sin pasar facturas a las familias afectadas.
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