El mirador salmantino que está lleno de obstáculos

El mal estado del piso de su mirador supone un peligro | El Consistorio ya ha terminado los trámites para empezar las mejoras en Maestro Valverde

Viernes, 20 de enero 2023, 17:43

Un lugar de ocio y disfrute para los vecinos del barrio de El Tormes se ha convertido en toda una carrera de obstáculos. Para acceder al mirador de la carretera de Béjar, desde donde se puede disfrutar de vistas privilegiadas a la catedral y otros monumentos, hay que ascender por unas escaleras donde algunos adoquines se encuentran en mal estado. El piso está ondulado, debido a las diferentes alturas de el suelo por la humedad y algunos están sueltos. La situación supone un peligro para las personas que quieran disfrutar de él.

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Las barandillas del lugar están deterioradas y en algunos tramos rotas. El muro también presenta algunos agujeros y ladrillos al descubierto. En el resto del barrio también pueden verse los estragos del paso del tiempo. La vegetación crece salvaje en bancos, baldosas y repisas. En la calle Maestro Valverde, los maceteros y bancos están rotos y son víctimas de la humedad.

Eugenio Santos es la cabeza de la asociación de vecinos El Tormes desde hace unos años. Continúa la labor reivindicativa que empezó su mujer, la anterior presidenta. Aseguró que había mantenido un diálogo con el Ayuntamiento hace unos meses con el objetivo de comunicar estas quejas vecinales y que se solventasen los desperfectos: “Nuestro barrio es pequeño, somos unas 600 familias, esto son cosas que se arreglan fácilmente, es un poco de mantenimiento y cuidado, nada más”. Desde el Consistorio trasladan que tras una visita del alcalde al barrio, el Ayuntamiento empezó a trabajar en un proyecto de mejora de la calle Maestro Valverde, cuyos trámites administrativos ya han concluido y las obras empezarán en los próximos días. También llevarán a cabo reparaciones en el mirador. Durante este mandato el Consistorio ha invertido en mejoras en la zona unos 300.000 euros.

Otro inconveniente que ven los vecinos del barrio es el paso de la carretera de Madrid. Tienen que pulsar el semáforo para que paren los coches, pero muchas veces van con mucha velocidad. “Estaría bien poder poner ahí una pasarela o un túnel. Es solo una idea, no sé si es pedir mucho”, sugirió el presidente. Muchos vecinos han logrado cambiar la uralita de sus tejados por teja gracias a las subvenciones que han obtenido para este fin. En el barrio, la mayoría de los habitantes han decidido sustituirla y apostar por el mantenimiento de sus hogares. “Ya se ha cambiado más del 60% del barrio, raro es el año que no hay ninguna obra en tejados”, afirmó Eugenio. Solo unos cuantos tejados siguen luciendo el color negro de la uralita, muchos de ellos esperando el momento oportuno para empezar la obra, aunque algunos lo han pedido ya en esta convocatoria: “En ese aspecto el barrio está poniendo toda su voluntad”.

La asociación vecinal se muere. La gente joven no quiere involucrarse y el presidente teme que nadie pueda continuar con la labor. “Cuando llegamos aquí éramos jóvenes, con mucha ilusión pero ya nos hemos hecho mayores. Quiero que venga gente que sea más reivindicativa que yo, con otra visión y otra perspectiva”, reconoció.

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