El medallón de Franco de Salamanca que nunca se vio

Banderas de la Alemania nazi, espadas del XVIII, calaveras con tres siglos, una batuta de Gombau y una efigie del dictador distinta la que permaneció 80 años en la Plaza, entre el patrimonio que custodia el Consistorio

Lunes, 26 de septiembre 2022, 20:35

Con gorra cuartelera y mirando casi al frente. Sin “ribete” de laurel, y uniformado como posaba en las fotografías de 1936 —con la Guerra Civil ya iniciada—. Otra efigie de Francisco Franco, esculpida para situarle entre los reyes inmortalizados en la Plaza Mayor, permanece embalada y custodiada sin que casi nadie la haya visto y sin previsión, por ahora, de que se pueda contemplar.

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No es el medallón retirado del monumento el 9 de junio de 2017 y que se trasladó a un depósito del DA2. Las diferencias con aquel son evidentes. Modelado en escayola, esta pieza, muy deteriorada, no se corresponde con el relieve que el escultor Moisés de Huerta talló en 1937 conforme a un modelo de Aniceto Marinas y cuya presencia en el principal monumento salmantino fue durante décadas motivo de enfrentamiento. Pero “no hay documentación de este objeto”, según se recoge en el catálogo.

De esta pieza de 80 centímetros de diámetro tan solo está registrado que hasta principios de este siglo estuvo en un almacén del Palacio Episcopal para pasar en 2002 al convento de Las Claras, donde continuó en una habitación hasta su traslado, totalmente embalado y protegido, a su actual ubicación, un almacén de Feltrero. En él, permanece guardado junto a más de un millar de objetos que forman parte del patrimonio histórico artístico del Ayuntamiento y que figuran en un listado en su página web.

Aunque a lo largo del siglo XIX el Consistorio se desprendió de gran parte de su patrimonio en bienes muebles, algunos “tesoros” se salvaron. La mayor parte de los que no se encuentran expuestos, entre ellos los fondos del Museo de Historia que desde los años ochenta hasta la Capitalidad Europea se exhibieron en el Palacio Episcopal, aguardan, junto a este medallón desconocido, para, tal vez algún día, formar parte de una exposición. Quizás, la más famosa de las piezas sea el maletín-neceser del Duque de Wellington, pero son muchas más, con historias casi olvidadas pendientes de recordar.

¿A quién perteneció la calavera del siglo XVII con un orificio de entrada de un proyectil en la frente y otro de salida por la nuca? ¿Por qué sobre ese cráneo se grabaron los nombres de los diferentes huesos? ¿Y que quien es la otra calavera que la acompaña? Ambas permanecen guardadas junto a ropa infantil de otra época que, según recoge una nota manuscrita, se colocó para “empapar la sangre”.

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Y, junto a todo ello, una bandera de la Falange, usada para “envolver a un ajusticiado” durante la Guerra Civil. Junto a todo ello, un ejemplar arrugado de la edición del 1 de enero de 1944 del diario El Pueblo, cuya portada recoge una proclama de Hittler al pueblo alemán y el avance de los aliados en Italia.

Enseñas con esvásticas

Testigo de un pasado desde el que ni siquiera ha transcurrido un siglo, la administración municipal guarda, entre sus antiguas posesiones, la bandera alemana “de lujo”, hecha en seda para el balcón de la Casa Consistorial que se utilizó durante la Guerra Civil, así como otra más pequeña, de carácter ordinario, con la misma función, según la información que transmitió oralmente Salvador Llopis, antiguo archivero municipal y cronista de la ciudad, a María José Frades, quien fue directora del extinto Museo de Historia de Salamanca. Ambas enseñas lucen la esvástica en su centro, un símbolo que también se enarboló en la capital del Tormes durante el conflicto bélico.

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No solo de la Alemania nazi se conservan banderas, también la italiana correspondiente al periodo conocido como Reino del Sur, entre septiembre de 1943 y junio de 1944, y que concluyó con la proclamación de la República. Además de una sencilla enseña con los colores de Portugal, se guardan, bien custodiadas, dos banderas de la Falange, en versión ordinaria y de lujo, adquiridas para el balcón principal del Ayuntamiento, sobre las que no se conserva más información que la facilitada de palabra en su momento por Llopis. Junto a ellas, otra de Guatemala de la misma época, la enseña de la guardia municipal anterior a la Constitucional y otra de la Comandancia de Sanidad Militar de Ceuta.

Bombos para elegir quintos

Aunque existen dudas sobre su autenticidad, en el catálogo figuran como piezas del siglo XVIII. Se trata de dos bombos de madera con tapadera y forma de jarrón, que se empleaban para elegir a los quintos. Pudieron observarse hasta 2002 en el Palacio Episcopal. En la policromía de uno de ellos se lee “Nombres” y en la del otro, “Soldados”.

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Más modernos —se han datado en el siglo XIX— son los que se utilizaban para el sorteo de la deuda pública y que también formaron parte de la exposición permanente del patrimonio mueble del Consistorio que estaba hasta hace dos décadas en el edificio de la plaza de Juan XXIII. Junto a ellos, se guardan 493 bolas de madera que repartían “suerte” en su interior.

Sable de la guerra carlista

La administración local custodia más recuerdos de otras guerras. El más conocido es el espadín de honor que las Cortes de Cádiz entregaron a Julián Sánchez “El Charro” por sus hazañas. Pero también un sable curvo de la guerra carlista, con su correspondiente vaina, según apunta un cartón escrito a mano por Salvador Llopis, y otra espada del siglo XVIII, entre otras.

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La historia de cada una de estas armas y como acabaron en posesión del Ayuntamiento resulta un misterio.

Una batuta de Gombau

Si bien todo el legado de Tomás Bretón, que su hijo Abelardo, donó en 1924 se encuentra custodiado en otro lugar, en el mismo depósito que el medallón y las banderas se guardan cinco bastones de mando de alcalde.

Con diferente longitud, tono y empuñadura, resulta difícil identificar a día de hoy a que regidor pertenecieron, aunque seguro que no fue de los más recientes ya que están incluidos en un expediente de 1979. Más fina y delicada es la batuta que, al parecer, perteneció a Gerardo Gombau.

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