Un padre y tres niños ucranianos, refugiados en Salamanca, en el albergue Lazarillo de Tormes, su actual “hogar”. ALMEIDA

El Gobierno permitirá a los refugiados ucranianos residir en pisos con apoyo estatal

Abre la puerta a que, tras 3 meses alojados en recursos de emergencia, accedan a un domicilio sin pasar por centros tutelados

Sábado, 25 de junio 2022, 21:18

Cinco de los seis últimos ucranianos que llegaron al albergue Lazarillo de Tormes el 13 de junio se marcharán el lunes a otra ciudad. Frente a las casi cien personas acogidas en las instalaciones municipales a finales de marzo, actualmente se alojan en ellas 56 (34 adultos y 22 niños). Huyendo de la guerra han llegado otras 19 personas en los últimos tres meses, mientras que otras 33 han abandonado este recurso que el Ayuntamiento de la capital habilitó de forma excepción para dar cobijo al “boom” de refugiados que Salamanca recibió en marzo tras la invasión rusa de Ucrania. En Proyecto Hombre, hay catorce de las veinte plazas ocupadas y por toda la provincia hay acogidas familias ucranianas. Como está ocurriendo en otros puntos del país, frente a la masiva llegada de hace tres meses, ahora se registra un “goteo” que no llega a cubrir todas las camas que van dejando libres quienes deciden regresar a su país o se trasladan a otro punto de España o de Europa. Sin embargo, fuentes de Accem, la entidad delegada del Gobierno en Castilla y León en materia de refugiados, apuntan que está previsto ocupar las plazas disponibles en las próximas semanas.

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Mientras tanto, hay familias que llevan tres meses alojadas en recursos de emergencia, como el albergue municipal de la capital. Conforme al sistema de acogida de protección internacional, estas familias serían derivadas ahora a pisos tutelados por entidades sociales y esa era la intención del Ministerio de Migraciones hace un mes. Sin embargo, dadas la excepcionalidad de la situación, con un volumen tan elevado de refugiados —muchas familias con hijos—, lo acomodados que estaban en los alojamientos y como se han volcado las instituciones y ONG en su integración , desde el Ayuntamiento de la capital y otras entidades solicitaron, a través de Accem, al Gobierno de España que se eliminase ese paso del proceso para ofrecerles directamente pisos en alquiler a las familias y una mayor independencia, un hogar. Se evitaría así que pudiesen ser derivadas a viviendas en otras provincias que interrumpirían los procesos de enseñanza del idioma, escolarización e inserción laboral activados en Salamanca. Finalmente, el Ejecutivo ha cedido y Accem y el Ayuntamiento, en colaboración con otras organizaciones, se han lanzado a buscar pisos.

Al margen de las dos viviendas que el Consistorio ha obtenido gracias Limcasa, la Concejalía de Familia, con Ana Suárez a la cabeza, necesita ahora catorce viviendas para otras tantas familias alojadas en el albergue municipal. Y es que, sin un precontrato de alquiler, el Ministerio no permite a los ucranianos pasar a la fase 2, en la que comenzarían a recibir ayudas por parte del Estado y la red de protección de refugiados para hacer frente tanto al alquiler como el resto de gastos derivados de llevar una vida independiente.

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