Martes, 11 de enero 2022, 08:38
El principal problema que afronta Salamanca desde hace años y que va a marcar su futuro a corto y medio plazo es la cuestión demográfica. La realidad muestra un claro declive: en lo que llevamos de siglo XXI prácticamente 9 de cada 10 localidades ha perdido población, en algunos casos más de la mitad de los habitantes que tenían al comienzo del año 2000. La disminución la encabeza la capital salmantina, pero hay cabeceras de comarca que han perdido más vecinos en términos porcentuales. La única “sonrisa” la representan la cuarentena de municipios que han ganado población, la mayoría concentrados en el alfoz de Salamanca.
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El análisis de los datos del Instituto Nacional de Estadística refleja que la provincia ha perdido en el siglo XXI más de 22.000 residentes. La palma se la lleva la ciudad, que ha pasado de 158.500 habitantes a poco más de 143.200. Una caída de 15.287 vecinos que comenzó a raíz de la “burbuja inmobiliaria”. El alto precio que alcanzó la vivienda —el precio del metro cuadrado llegó a estar un 50% más caro que en la actualidad— provocó que muchas familias decidieran asentarse en localidades próximas, más baratas y con más posibilidades de conseguir una vivienda unifamiliar. La sangría a la que se veía expuesta parecía haberse frenado en los dos años anteriores al inicio de la pandemia, cuando la capital salmantina comenzó a recuperar habitantes —gracias a los bajos precios de las casas—, pero el coronavirus lo truncó, al aumentar la mortalidad y cambiar de nuevo las preferencias a la hora de comprar una vivienda.
La caída de la población no solo se da en la ciudad. Otras 317 de las 362 localidades que integran la provincia, el 87%, también han perdido población en lo que va de siglo. Resulta especialmente importante la evolución de las cabeceras de comarca. Aunque en términos globales fue la ciudad en la que más descendió el número de residentes, en porcentaje fue un 9%. Sin embargo, en municipios como Béjar la caída alcanza el 21%, al pasar de 15.690 a 12.269. El descenso en Ciudad Rodrigo llega al 17%, con casi 2.500 habitantes menos que en el año 2000.
El desplome demográfico supera en una docena de localidades incluso el 50%. El caso más dramático es el de Navamorales, que en dos décadas ha perdido al 72% de sus vecinos —de 172 a solo 47—, mientras que en Salmoral ha sido el 62%.
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