Nabil llegó a Salamanca hace cinco meses desde Afganistán junto a sus padres y sus hermanos.

El doble de inmigración que hace dos décadas reduce a la mitad la sangría de población

Los empadronados en la provincia pero nacidos en el extranjero se duplican en las últimas dos décadas | Uno de cada 12 habitantes procede de otro país, principalmente de Marruecos, Colombia, Francia y Portugal

Martes, 24 de enero 2023, 22:14

Sin inmigración, Salamanca no tendría ya ni a 300.000 habitantes. Con la baja natalidad y el éxodo juvenil, la pérdida de población en la provincia desde que comenzó el siglo sería el doble de la actual. Sin la llegada de ciudadanos procedentes de otros países, en vez de descender un 6,8%, el padrón habría mermado un 12,2%. Aún así, el asentamiento de familias llegadas desde el extranjero no es suficiente para frenar la progresiva sangría poblacional.

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El aumento de la movilidad demográfica en las dos últimas décadas se ha notado, y mucho. Los empadronados en municipios de Salamanca que nacieron fuera de España se han duplicado. Conforme a los datos definitivos del padrón a 1 de enero de 2022, que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE), casi uno de cada doce residentes en la provincia, el 8% de la población, procede de otro país. De los 325.898 salmantinos, 25.914 tienen un certificado de nacimiento de otro país. Son más del doble que los 12.768 de 2003, y más del triple que los 7.864 que había a comienzos de siglo, el 1 de enero del año 2000. Pese a que en sus partidas de nacimiento figure el sello de otro estado, no todos son extranjeros. Solo 15.856 están registrados en el padrón como tales. De los casi 26.000 nacidos fuera de nuestras fronteras, el 38,8% tienen reconocida la nacionalidad española.

Pese al importante aumento, ésta es la undécima provincia española en la que menos peso demográfico tiene la inmigración. En Baleares, Alicante o Gerona, uno de cada cuatro empadronados ha nacido en el extranjero. Esa proporción solo se supera en los municipios fronterizos con Portugal. Es el caso de Fuentes de Oñoro, donde el 44,12% de los residentes no nacieron en España; en Aldea del Obispo, con el 27,64%. En la capital del Tormes serían uno de cada diez.

Sus orígenes

En las últimas dos décadas no solo han aumentado las cifras de inmigrantes, sino que también han cambiado los países de origen. A principios de este siglo, procedían mayoritariamente de Francia y Portugal, por su proximidad y como consecuencia del regreso, años antes y ya con una familia, de aquellos españoles que en el siglo XX se marcharon al extranjero en busca de trabajo. Por esta misma causa, también eran numerosos los argentinos, alemanes o suizos de nacimiento, procedentes de lugares a los que previamente los salmantinos habían emigrado. Hoy, sin embargo, es Marruecos el principal lugar de origen, seguido de Colombia y, mientras que el número de vecinos originarios de Francia y Portugal ha descendido, han aumentado los peruanos, venezolanos, rumanos, hondureños, brasileños y bolivianos, que en la mayoría de los casos abandonaron sus patrias en busca de mejores oportunidades. De hecho, solo procedente de Marruecos, Colombia, Perú y Venezuela hay más población en los municipios charros que de otros países de la Unión Europea. Solo uno de cada cuatro empadronados originarios de otros lugares ha nacido dentro de las fronteras de la UE.

Frente el progresivo incremento de la población que llega de fuera, continúa el descenso de los nacidos en la provincia. El descenso de la natalidad, el éxodo a otras provincias u otros países en busca de mejores oportunidades laborales y el incremento de la mortalidad de los últimos años han contribuido a una disminución de los nacidos en esta provincia que continúan viviendo en ella. Desde que comenzó el siglo, son 41.885 menos. Según el INE, han pasado de 341.869, en el año 2000, a 299.984 el 1 de enero de 2022. Y, hoy, a la espera de que se publiquen los datos del padrón correspondientes de este año, la previsión es que la cifra continúe descendiendo, ya que, solo atendiendo al crecimiento vegetativo de la provincia, por cada dos nacimientos, en 2003 fallecen cinco personas.

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