Una mujer hace cuentas con una calculadora. E.P.

El coronavirus ahoga a las familias salmantinas: “Tenía que elegir entre pagar las facturas o pañales y comida”

El sueldo que entraba en casa de María, con dos hijos, uno de un año, se fue a un ERTE, del que no han visto ni un euro

Sábado, 25 de abril 2020, 22:16

Tras mucho tiempo la vida de María y Sebastián comenzaba a cobrar sentido. Pasaron años duros en los que tuvieron que pedir incluso la Renta Garantizada de Ciudadanía, pero el nuevo trabajo de Sebastián trajo un sueldo a casa coincidiendo con el nacimiento de su pequeño de 1 año. Todo iba sobre ruedas, pero para los que viven en el alambre la crisis por la pandemia sanitaria volvió a provocar una caída para la que no estaba preparado ni el funambulista más acrobático.

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“Yo no trabajo y mi marido llevaba desde el verano en un buen empleo tras concederle el grado de discapacidad”, detalla. Sin embargo, como muchas empresas se acogieron a un ERTE, mientras las facturas no paraban de llegar. “Llegaba el alquiler, el gas, los pañales de los niños. Yo lo tenía claro si tenía que elegir entre pagar las facturas o la comida, siempre iba a elegir a mis hijos”.

Volvieron todos los fantasmas del pasado. “Me vi muy agobiada con el añadido de tener un niño que cumplió un año la semana pasada”, explica. María pensaba que al escuchar las palabras del Gobierno vería mejorada su situación al cobrar el 70% del sueldo. Pero, aún no han visto un euro. “No sabemos si podremos aguantar esa situación si no cobramos hasta el mes de junio”, se queja sobre los “decretos y ayudas” que observan a diario pero que no se materializa en dinero para comprar sus pañales. Si hasta ahora vivían los 4 con un sueldo de 900 euros con el que tenían que comer, pagar un alquiler de 400 euros y todas las facturas, ahora no entra nada en la cuenta bancaria, mientras los recibos siguen acumulándose. “Ya debemos varios meses”, lamenta.

Ante esta perspectiva, María decidió acudir de nuevo a Cáritas, como había hecho hace años para que, al menos le ayudaran a pagar el alquiler. “Fueron los que más me ayudaron cuando se nos retrasaban las ayudas municipales o la Renta Garantizada de Ciudadanía, y ahora han vuelto a estar ahí para el alquiler”, agradece esta madre.

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