Domingo, 16 de junio 2019, 13:01
CORAL RODRÍGUEZ
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Arsenio Ramos ha celebrado su centenario rodeado de las personas que más quiere: su familia. Según le define su nuera, es un hombre entrañable, cariñoso, agradecido y muy familiar, así que desde que se jubiló todos los fines de semana invierte su tiempo en sus hijos y nietos.
Allá por 1931, un joven de apenas 12 años dejaba su pueblo natal, Pelabravo, y probaba suerte en Salamanca, donde encontró su primer trabajo como “chico de los recados” en una pequeña pensión. Allí, comenzó ha aprender el oficio de la hostelería al que dedicaría más de cuarenta años de su vida, hasta el momento de su jubilación.
Cien años dan para mucho. Arsenio ha vivido la República, la Guerra Civil, el franquismo y la transición. Durante estos periodos experimentó muchas anécdotas. Aún recuerda cuando paseaba con su bicicleta y un camión alemán le atropelló, destrozando su amada bicicleta. Todavía se enfada recordándolo.
Más allá del trabajo, vivió una vida plena junto a su mujer y sus cuatro hijos. Años después, estos le darían dos preciosas nietas y dos bisnietos. Con su último bisnieto dista exactamente 100 años de diferencia.
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