Viernes, 10 de diciembre 2021, 17:17
Hasta los vecinos y viandantes se asustan con los nuevos sistemas empleados por el Ayuntamiento para expulsar de la ciudad a los estorninos. Entre las 17:30 y las 21:20 horas, hasta doce veces cada día y a un elevado volumen se reproducen, a través de dispositivos fijos, las grabaciones de graznidos de peligro, de disparos de escopeta o de los sonidos que las rapaces emiten durante la caza en el campo de San Francisco, La Alamedilla, Carmelitas y Torres Villarroel. La misma técnica se emplea de forma puntual en otros puntos de la capital donde se localizan dormideros de esta aves. A ello se suma el uso de punteros láser y pirotecnia menor.
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El empleo de estas técnicas no ha pasado desapercibido para los salmantinos, algunos de los cuales han denunciado ante este periódico lo molestas que pueden resultar, pero tampoco para los estorninos. Según la información que los técnicos facilitan a la Concejalía de Salud Pública, con ellas están logrando ahuyentar de la ciudad al 90% de los ejemplares que cada tarde llegan al núcleo urbano. Durante la última semana de noviembre, se ahuyentaron unos 4.000 ejemplares por día hasta reducir los que pernoctan en la ciudad a cifras de entre 400 y 600 ejemplares, según fuentes municipales. En la segunda semana del pasado mes, cuando se registró el pico máximo, eran 3.500 los que pasaban las noches en la capital y se estima que en ese periodo se ahuyentaron unos 39.000.
La mayor presencia de estas molestas aves se localiza en La Alamedilla, donde han llegado a asentarse más de un millar de ejemplares. Aunque en menor medida, también son habituales las elevadas concentraciones en la avenida de Portugal, Reyes de España, avenida de Italia, San Francisco, Carmelitas —tanto en la plaza como en la avenida—, Torres Villarroel y los “pisos de Nícar”.
En noviembre se realizaron 1.476 acciones para expulsar a los estorninos de la ciudad: 503 usando punteros láser, 497 con pirotecnia y 476 con ahuyentadores digitales. El Consistorio asegura que ha detectando un descenso progresivo de los estorninos y cada vez son más los que duermen en el paseo fluvial o fuera de la ciudad.
En primavera se reforzaron con más medios técnicos y personal las labores municipales para ahuyentar a los estorninos, así como a palomas torcaces, grajillas y urracas. Volvieron a aumentarse en otoño con la incorporación de tres técnicos de parques y jardines junto a otros de control de fauna y un coordinador, además de un equipo adicional, que se suma en momentos puntuales, según explican fuentes del Gobierno municipal.
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