John y Letty Beyer, en su regreso a Salamanca cincuenta años después CUESTA

Dos enamorados buscan en Salamanca el coche con el que visitaron la ciudad hace 50 años

John y Letty Beyer regresan a la ciudad coincidiendo con el aniversario de un viaje que cambió sus vidas

Sábado, 20 de julio 2019, 18:46

En 1969, dos jóvenes decidieron emprender la que sería la aventura más romántica de sus vidas. John y Letty Beyer, de origen británico, se conocieron con 18 años trabajando como ayudantes de profesores. Durante seis meses, compartieron gran parte de su vida juntos. Estrecharon lazos y construyeron una gran amistad. “Formábamos parte del mismo grupo de amigos, pero adoraba hablar especialmente con él”, recuerda Letty.

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Cuando terminó su contrato de trabajo, Letty debía volver a Londres, su ciudad natal, y John se ofreció a acercarla a la estación en su viejo Morris rojo de 1939. En el camino, John pensó que era mejor idea llevarla él mismo a Londres. Ya en la capital británica, tras un largo paseo en uno de los parques más románticos de la ciudad, decidieron embarcarse en la aventura de sus vidas. Planearon un viaje de Londres a Portugal en el viejo Morris de John.

Salamanca fue una de las paradas obligatorias elegidas por los dos jóvenes. Tardaron dos semanas en llegar a la ciudad charra ya que el coche no alcanzaba grandes velocidades. Durante este tiempo, los dos amigos empezaron a tener sentimientos más profundos, fueron demasiadas horas metidos en un coche, pasaban las horas hablando y compartiendo sus pensamientos. Así se dieron cuenta que eran el uno para el otro. Salamanca se convirtió en la ciudad del amor. “En esta ciudad decidimos pasar el resto de nuestra vida juntos. Hablamos del futuro, de cómo sería nuestra vida y decidimos comprometernos”, rememora Jonn.

Dejando Salamanca atrás, llegaron a Portugal. Pasados los días retomaron el viaje de vuelta a Londres. En el trayecto, el coche se averió varias veces, pero John pudo arreglarlo sin dificultad. Durante el camino de regreso, en Guijuelo, el coche se estropeó gravemente y lo llevó a un taller de la ciudad. “Éramos muy jóvenes. No tenía dinero para arreglarlo y llevármelo de vuelta a Londres, así que lo regalé al chico del taller.”, explica John.

Este año, coincidiendo con el 50 aniversario de aquel mágico viaje que cambió sus vidas para siempre, acordaron celebrarlo repitiendo el mismo recorrido. Esta vez, ampliaron la visita a Ávila y Segovia. Su sueño en Salamanca es encontrar al dueño de su viejo Morris y que le cuente las hazañas que vivieron con su fantástico coche. “Esperamos que alguien lo arreglase y lo comprara. Era un fabuloso y precioso coche”, afirma Letty.

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