Miércoles, 11 de enero 2023, 21:04
“La discusión ha sido muy fácil”. El presidente del comité electoral del PP de Salamanca, Gonzalo Robles, resumía así el apoyo mayoritario de la elección de Carlos García Carbayo como candidato a la Alcaldía en Salamanca, ciudad en la que ha tenido el bastón de mando los últimos cuatro años.
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Tras agradecer el apoyo de los militantes y confesar el respaldo tanto del presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, como el nacional, Alberto Núñez Feijóo, el primer edil confesó estar “apasionado” ante un reto al que sale “con muchas ganas”. “Salgo con tanta energía como si fuera la primera vez, pero con la mochila de la experiencia de cuatro años presidiendo la ciudad”. En su primera declaración como candidato, Carbayo sentó el principal objetivo para los próximos cuatro años: “Que Salamanca sea ciudad de las oportunidades” gracias a los proyectos ya en marcha para impulsar el desarrollo logístico, tecnológico e industrial de la ciudad para generar “empleo de calidad”. “Que se queden todos los que están y vengan todos los que quieran venir”, expresó.
El candidato del PP tendió la mano tanto a los salmantinos como a instituciones, empresas, universidades y trabajadores para que “Salamanca sea más fuerte y más grande”. Y es que para Carbayo su obsesión y donde va a poner todo su “énfasis” es en desarrollar una “gestión eficaz” para que los servicios públicos “sean de primera calidad”. “Lo que cuentan son las ideas y los proyectos útiles para la ciudad más allá de las ideologías. No me gusta el ruido, ni las medidas efectistas, publicitarias, ni la bronca”.
Con el aval de los últimos cuatro años como alcalde, defendió unas políticas sociales que “seguirán siendo la envidia de España” y puso como ejemplo el proyecto de vanguardia ‘Salamanca Acompaña’ para combatir la soledad o ‘Edades’ para la detección precoz del alzheimer.
Carbayo se coloca ante este reto con un alto umbral de exigencia, abierto a sugerencias, quejas y propuestas de los ciudadanos. “El mejor despacho es la calle”, incidió. Pero, también reivindicativo, al igual que lo ha sido durante su época como alcalde. “No tolero el ninguneo a Salamanca en las comunicaciones ferroviarias o el impulso a la enseñanza del español. Somos de categoría especial y a quienes no lo entiendan, se lo recordaremos con toda la crudeza”, insistió.
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