Miércoles, 24 de agosto 2022, 14:59
Durante este año, el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre Las Dunas ha recibido a 870 animales. Un número que ya se acerca mucho a los 998 que fueron ingresados durante todo el año pasado y que deja bastante atrás los 600 ingresos que hubo en 2020.
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Las altas temperaturas, los atropellos e, incluso, la acción irresponsable de personas que disparan a estas especies protegidas son algunas de los motivos que llevan a los animales a ser atendidos en el centro.
Una realidad trágica, ya que, a pesar de las intervenciones de los veterinarios y voluntarios, los animales ingresados no siempre se pueden salvar o, en algunos casos logran sobrevivir, pero no reúnen las condiciones para vivir fuera de cautiverio.
Esta difícil situación, sin embargo, no desanima a los trabajadores y voluntarios del centro que ven en cada animal herido una posibilidad de ayudar. Bien sea para recuperar al ejemplar y liberarlo o para trasladarlo a un espacio de protección. Así, el lugar no solo realiza una gran labor en recuperación de fauna, sino que funciona también como un espacio de educación ambiental.
Los animales que no pueden ser devueltos a sus hábitats se ceden a centro especiales donde pueden vivir tranquilamente en cautiverio y en los que se busca concienciar sobre la importancia de la protección de estos animales.
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Caídas del nido
La recuperación de polluelos que se hacen daño al caer del nido es uno de las causas más comunes que lleva a animales a ser atendidos en el centro. En estos casos lo prioritario es curar las heridas y proceder a la alimentación e hidratación de la cría, ya que, a menudo, ingresan muy débiles.
Fracturas
Se trata de uno de los ingresos más comunes a los que se enfrentan los profesionales de Las Dunas. Puede ocurrir por distintas causas entre las que se destacan los atropellos o los golpes que el animal puede darse al volar. Normalmente, los ejemplares afectados por este tipo de heridas se recuperan con facilidad y son liberados.
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Enganches
Es un ingreso también frecuente y complejo. Normalmente ocurre porque las aves no ven los alambrados y se enganchan en ellos. Es una de la peores situaciones porque, al intentar liberarse, el pájaro tiende a hacerse más daño. Muchos de los animales ingresados por esta causa mueren o no pueden volver a volar.
Disparos
Por lástima, los disparos a estas aves protegidas todavía están entre las causas de intervenciones en el centro de recuperación. Sin embargo, el número de pájaros que llegan por esta causa ha ido disminuyendo en los últimos años. En algunos casos cuando el ave presente lesiones muy graves y hay que ayudarla a alimentarse.
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