En círculos los tres salmantinos protagonistas, debajo el Control de la policía polaca el lugar donde impactó el misil. AGENCIAS

Así vivieron el impacto del misil los universitarios salmantinos trasladados a Polonia

Santiago estaba en Lublin, a unos 150 kilómetros de donde impactó el misil lanzado por Ucrania. Raúl y Carla, un poco más lejos, pero también en Polonia. Los tres estudiantes de la Universidad de Salamanca aseguran que no cundió el pánico

Viernes, 18 de noviembre 2022, 13:08

“Estábamos viendo las noticias, por la tarde, e informaron del misil. Empezó a llamar la familia y gente desde España. La preocupación fue en ese momento. ¿Qué va a pasar? ¿Cómo se va a responder? Pero la vida ya es normal”. Santiago Soler, estudiante de Magisterio Bilingüe en Salamanca, vivió así los momentos inmediatamente posteriores al impacto del proyectil en la zona fronteriza de Przewodow, aún no se sabía que había sido un error de cálculo de Ucrania. Fue a poco más de 150 kilómetros de donde se encontraba en ese momento. Actualmente vive en una residencia de estudiantes en la ciudad de polaca de Lublin gracias a una beca Erasmus. “A los profesores les preguntamos, en un primer momento, cómo veían la situación. Y ellos nos dijeron que había que esperar, que tampoco había que alarmarse porque si la ciudad entraba en pánico podía ser muy jodido”. Nos llamó algún coordinador de Erasmus por sí necesitábamos cualquier cosa, pero realmente ibas por la calle y todo era tan normal”, apunta este joven universitario. “Pero eso ya pasó realmente”, señala aludiendo a la mayor tranquilidad que se respira después de conocerse que el misil fue lanzando por Ucrania para evitar un ataque ruso y cayó en Polonia.

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“Aquí no nos enteramos hasta que no nos lo han dicho desde España”, cuenta Raúl González Rodríguez, un leonés de 25 años que lleva ocho años en Salamanca , aunque actualmente se encuentra en la ciudad de Leszno (Polonia) desarrollando una labor de voluntariado para desarrollar actividades de integración con niños gracias a una beca de la Unión Europea. Para explicar la cautela con la que se vivió la explosión del misil, señala que en Polonia se realizan de forma habitual simulacros para saber actuar en caso de bombardeo —el vivió uno poco después de llegar al país— y, sin embargo, tras este incidente que hizo contener la respiración a toda la comunidad internacional, no se activó el protocolo. “Todo se ha desarrollado con muchísima tranquilidad. La vida ha seguido”, recalca. “Sí que hay algo de nerviosismo por la situación, pero no ha sido algo que haya paralizado el país”. Estudiante de Químicas en la Universidad de Salamanca, durante su estancia en Polonia también imparte clases de español y asegura que ninguno de sus alumnos “ha comentado nada sobre el tema”. “Intentan dejar un poco de lado esa situación y seguir adelante. Tratan de no darle importancia. No como en España donde inmediatamente se culpó a Rusia. Aquí son muy cautos. Están en una zona muy delicada, en el medio”, describe Raúl. Tras conocer el incidente fue a cortarse el pelo a una peluquería de un ucraniano que tuvo que abandonar su país hace 8 meses. “No comentó nada de la situación”, apunta como un ejemplo de la prudencia con la que se vivieron los primeros momentos.

“Al final lo que quiero dar a entender es que aquí no se culpó inmediatamente a nadie. Analizaron, recabaron información y vieron qué era lo que había ocurrido. Después ya salieron los ministros a dar explicaciones”, añade incidiendo en que el país que ahora le acoge es muy prudente por su proximidad al conflicto y porque “a lo largo de su historia siempre ha sido la víctima”.

Carla Romero, una soriana de 20 años y estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Salamanca, reside en Katowice, a unos 400 kilómetros del lugar donde impactó el proyectil lanzado desde Ucrania. A ella, la explosión, en la que perdieron la vida dos personas, le pilló en el aire. Acababa de subirse a un vuelto hacia Estocolmo y fue al llegar a la capital sueca cuando le empezaron a llamar la familia y los amigos desde España y se enteró de lo que había ocurrido. Insiste también en la cautela con la que se vivieron en Polonia las horas posteriores a que se informará de la explosión del misil en la frontera con Ucrania.

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