Así será la incubadora de empresas: un edificio eficiente e integrado en la naturaleza

El edificio que albergará la Incubadora de Empresas Biosanitarias se construirá sobre una parcela de 1.400 metros cuadrados y ocupará 1.000 metros en su planta baja y otros 972 en la primera, según el proyecto. Una de las principales preocupaciones integrarse en la estrategia municipal SAVIA.

Por eso, se ha considerado la necesidad, no sólo de construir un centro altamente eficiente, sino que mediante sus zonas ajardinadas se integre la naturaleza en el espacio urbano contribuyendo a la defensa del medio ambiente y el desarrollo urbano sostenible. Las áreas verdes no se conciben sólo en función de los usuarios del centro sino que se abren al exterior mediante celosías de chapa perforada que, a la vez que delimitan la propiedad, hacen partícipes al resto de ciudadanos de las actividades que se desarrollan en el centro.

También permitirán la contemplación de las distintas zonas verdes, que con el tiempo se manifestarán también exteriormente. Uno de los condicionantes fundamentales del proyecto es la grave limitación de plazo para finalizar el edificio. Por este motivo, se ha apostado por que la modularidad y prefabricación sean criterios fundamentales, en una búsqueda de acortar el proceso de construcción. En el edificio se plantean dos zonas claramente diferenciadas.

Por una parte, y vinculado al vestíbulo de acceso, se organiza la zona pública, con un acceso menos limitado y concebido como punto de intercambio de conocimientos y propuestas entre los usuarios de la incubadora y las empresas o asesores del exterior. Junto a ésta, pero con un filtro adicional de privacidad, se organiza la zona de laboratorios y servicios anejos a los mismos, de uso habitual de los emprendedores.