Trabajadores en una de las dependencias de la Universidad de Salamanca. ARCHIVO

Así se preparan las administraciones para asumir el alza del gas

La Universidad tiene hasta 30 calderas de gas, mientras el Consistorio ya ha asumido un alza de la calefacción en los colegios de 350.000 euros. Unidos a la Junta, adoptan medidas para reducir los consumos

Martes, 2 de agosto 2022, 20:36

El gasto en calefacción de los edificios públicos es una cuestión que ocupa y preocupa a las administraciones públicas en Salamanca. La Universidad tiene una importante dependencia del gas en algunos de sus inmuebles, mientras que el Ayuntamiento de Salamanca ya ha visto cómo el gasto de calefacción de los colegios subió el curso pasado en 350.000 euros. En este escenario adoptan medidas de concienciación y ahorro también de la electricidad. La Junta de Castilla y León acometerá medidas de mejora en eficiencia energética en sus edificios e instalará sistemas de autoconsumo fotovoltaico, empezando por los hospitales, que ya disponen de un estudio de viabilidad técnica.

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Universidad. 800.000 metros cúbicos de gas al año

“Estamos cubiertos porque tenemos un contrato con un precio cerrado”, comenta Pedro Calero, profesor de Economía Aplicada que colabora con el Vicerrectorado de Economía de la Universidad de Salamanca en asuntos de consumos energéticos, y matiza: “Estamos cubiertos a corto y medio plazo”.

El problema vendrá si la crisis energética continúa cuando tengan que sacar a concurso la licitación del suministro de gas para la institución académica.

En la Universidad hay entre 20 y 30 calderas de gas en sus edificios, pero como explica Calero, el rango de potencias es muy diferente.

“Por ejemplo, en la residencia San Bartolomé hay una caldera que da servicio a una cocina y en Derecho, sin embargo, hay una que climatiza tanto la facultad como la biblioteca”.

El dato más importante es la cantidad de megavatios de energía de gas que consume la Universidad, “está en torno a los 8 millones al año, unos 800.000 metros cúbicos de gas”, apunta el experto y añade que se calienta con gas todo el campus de Zamora, la Politécnica de Béjar, Derecho, el FES, Ciencias, el Colegio Mayor Fray Luis, Neurociencias, el Dioscórides y Bellas Artes, principalmente, así que “un porcentaje bastante alto del consumo energético de la Universidad es de gas”, indica, pero Pedro Calero.

Insiste aún así que la cuestión que realmente preocupa a la institución académica es el consumo de electricidad, pues es “mucho más importante en términos cuantitativos, pues todos los edificios son consumidores de electricidad y hay equipos con consumos muy altos”.

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Ayuntamiento. La factura de calefacción de los colegios sube en 350.000 euros

Con más de 160 inmuebles de su titularidad en la ciudad de Salamanca, el “invierno” energético al que se enfrenta el Ayuntamiento de la ciudad es preocupante. Los elevados costes de la luz ya han llevado a la Concejalía de Régimen Interior a dar una serie de instrucciones al personal para evitar el consumo “fantasma”. Pero el otoño se anuncia complicado, con la bajada de las temperaturas y el inicio de curso los gastos se van a disparar aún más. Aunque la enseñanza obligatoria es una competencia autonómica, prácticamente todos los colegios públicos de la ciudad son propiedad del Consistorio. En el inventario de inmuebles municipales figuran más de una veintena de centros educativos y la mayoría de ellos, con independencia de que algunos se hayan sometido a proyectos de eficiencia energética, como el Juan Jaén, se calientan con gas. Según apunta el concejal de Hacienda, Fernando Rodríguez, el gasto se ha disparado. La partida de 2,4 millones de euros con la que el Consistorio contaba en el presupuestos municipal para sufragar la factura energética de los centros educativos ya se ha quedado corta. Recientemente se ha tenido que habilitar crédito extraordinario por 350.000 euros para poder pagar el gasto en combustible y gas. Y esto solo atendiendo a los centros educativos. Recientemente el Ayuntamiento ha enviado dos circulares a toda su plantilla para que adopten una serie de medidas que ayuden a rebajar el consumo. Para el verano, los trabajadores tienen la instrucción de mantener los termostatos de los climatizadores entre 22 y 25 grados, no menos. También se ha insistido mucho en apagar los aparatos eléctricos cuando finalice la jornada laborar. Pero, las consecuencias de la subida del gas también tienen importantes repercusiones indirectas para el Ayuntamiento. La mayoría de los vehículos de la flota de buses urbanos esta propulsada por gas, con lo que la concesionaria está afrontando una importante subida de los costes. Solo el pasado año fue medio millón de euros más en combustible que en 2019.

Aliviados. Sin dependencia del gas en los edificios de la Subdelegación

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Salamanca aseguran que no se pondrá en marcha ningún plan en previsión de un incremento de los costes del gas para este invierno, ya que ninguno de los edificios de esta institución en la provincia utiliza este combustible.

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Delegación de la Junta. Prioridad: reducir el consumo

En este momento, la reducción en el consumo energético por parte de la Administración de la Comunidad de Castilla y León ha pasado a ser prioritario, no sólo por su contribución a la lucha contra el cambio climático y por su efecto ejemplarizante en la sociedad, sino también desde un punto de vista económico y estratégico, dado el elevadísimo incremento que está experimentando el precio de los suministros energéticos y las derivadas geopolíticas que supone la dependencia energética de terceros países.

En este ámbito se van a contemplar cuatro paquetes de medidas. Por un lado, la administración regional planea acometer obras para la mejora de la eficiencia energética de sus edificios, como rehabilitación de las envolventes de los inmuebles y de las instalaciones térmicas, entre otras, aprovechando la posibilidad de cofinanciarlas con Fondos FEDER. También se adoptarán medidas de contención del consumo reduciendo, dentro de los márgenes de confortabilidad, el uso de sistemas de climatización de edificios, así como la contratación de equipos eficientes.

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Por último, entre las medidas destacan las dirigidas a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, con la instalación de sistemas de autoconsumo fotovoltaico en los edificios que sean susceptibles técnica, medioambiental y económicamente. Las actuaciones comenzarán en los centros de mayor consumo de la Comunidad, como los hospitales, de los que ya se dispone de un estudio de viabilidad técnica.

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