Valentín Ortiz, trabajador del centro penitenciario de Topas. ALMEIDA

"A los presos les cuesta entender que estando en la cárcel deben guardar la distancia"

Valentín Ortiz, delegado de ACAIP: "La mayor preocupación de los internos es volver a ver a sus familias y entrar en una rutina"

Jueves, 2 de abril 2020, 22:20

Valentín Ortiz lleva trabajando más de 27 años en prisiones, los últimos 14 en la de Topas. Su profesión y su compromiso como delegado del sindicato Acaip en Salamanca, le llevan a calificar su situación actual y la del resto de sus compañeros como "difícil y compleja" porque a la preocupación por contagiar y ser contagiado en su entorno más próximo, se une el hecho de que cualquier transmisión que pueda propagar el 'bicho' en el centro penitenciario sería terrible. Al reto de salir a trabajar cada día, se une además el de vivir confinado en el trabajo y ahora también en casa.

Publicidad

–No debe ser muy fácil salir de casa para meterse en la cárcel... ¿cómo es el día a día de un funcionario de prisiones y en concreto en Topas?

–Como bien sabéis, nuestra labor diaria es difícil y compleja si bien ahora con el Covid-19 se torna mucho más dura de afrontar. Ir a trabajar a un centro penitenciario siempre es difícil, pero con la posibilidad de contagio del coronavirus se hace mucho más cuesta arriba acudir a nuestro puesto de trabajo. Se nota especialmente en el área de vigilancia donde no nos son de aplicación las medidas de flexibilización horaria, y además contamos ya con un número importante de bajas por cuarentena, bien por presentar síntomas compatibles con la enfermedad, o bien por precaución al haber tenido contacto con personas enfermas en el entorno laboral o personal. La carga emocional y laboral es importante, viendo además como estamos siendo tratados por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (SGIP), ya que nos faltan medios de prevención o sufrimos de la escasez de los que disponemos. Nos declaran servicio público esencial y sin embargo no nos realizan los test para saber si hemos contraído la enfermedad.

–Ya son dos los compañeros infectados por coronavirus, vosotros vivís en primerísima persona el miedo a contagiar y a ser contagiados, ¿como vivís la cuarentena en vuestra profesión?

–La cuarentena, la llevamos como el resto de la sociedad estando confinados en nuestros domicilios y también en el trabajo, aunque cuando nos toca ir a trabajar, no hay cuarentena que valga. La mayor preocupación de los trabajadores del centro penitenciario de Topas en estos momentos, más que sufrir el propio contagio es a contagiar al entorno familiar, al resto de compañeros y a los propios internos, con lo que ello puede comportar...

Tenemos dos compañer@s que han tenido la suerte de poder realizarse el test de detección del COVID 19 y desgraciadamente han dado positivo. Dichos test no fueron realizados al amparo del protocolo establecido por la SGIP, ni por lo dispuesto por la Subdelegación del Gobierno, ni la Delegación del Gobierno. Fueron solicitados por sus médicos de cabecera por presentar síntomas compatibles con la enfermedad. Ahora mismo tenemos a más de una docena de trabajadores con síntomas que no están teniendo tanta suerte, y siguen esperando a que la Delegación del Gobierno a través de Protección Civil se ponga en contacto con ellos para realizarse el test de detección. A día de hoy no han llamado a ninguno.

–¿Son muy duros los protocolos para evitar que 'el bicho' se extienda por la prisión?

–La verdad sea dicha, no se nos ha informado de protocolo alguno. Los protocolos son los que nuestro sentido común nos dicta y lo que hemos visto por televisión. Portar mascarillas, si bien es verdad que nos dan una para todo el turno y según tenemos entendido empiezan a escasear, lavado de manos constante, mantener la distancia de seguridad con los compañeros e internos y la fumigación del centro. El mayor problema lo tendremos si a pesar de nuestros esfuerzos, el covid 19 afecta a la población reclusa. A la escasez de material, tenemos que sumar la falta de medios humanos.

Publicidad

–¿Percibís el miedo también en los internos?

–Evidentemente los internos no son ajenos a lo que está pasando. Se han ido mentalizando como el resto de la sociedad y máxime cuando muchos sufren patologías previas de base, lo que en teoría les hace más vulnerables al coronavirus.

–No poder entrar ni salir de prisión, no tener derecho a comunicaciones, no debe ser fácil para los reclusos...

–Evidentemente este es el aspecto que más tensiona a los internos, si bien ellos saben por sus familias y por los medios de comunicación que el resto de la sociedad nos encontramos confinados en nuestras casas. A ellos por diferentes motivos les cuesta mucho más afrontar cualquier medida que detraiga el contacto con el exterior. Entendemos en Acaip que el índice de conflictividad en Topas por esta situación está siendo bajo, al menos hasta la fecha. Ya veremos qué sucede si esto se alarga mucho.

Publicidad

–¿Se les nota tensos preocupados, guardan de motu proprio la distancia entre ellos y con los funcionarios?

–Es cierto que hay una calma tensa por el devenir de la pandemia y cuál puede ser su impacto si esta traspasa los muros. Los que llevamos tiempo en esto sabemos que hay momentos o circunstancias que puede hacer que todo cambie en un momento... Nosotros intentamos en todo lo posible mantener la distancia para evitar que los podamos contagiar, entre ellos les cuesta un poco más. Pero si hay incidentes, nos vemos obligados a intervenir y se tienen que dejar aparcadas las medidas preventivas, ya que en ocasiones no es posible evitar el contacto directo. Afortunadamente no tenemos que contar hasta el momento ningún incidente digno de mención.

–¿Cuáles son ahora mismo las principales peticiones por parte de los internos?

–Que esto pase lo antes posible, ya que es la única forma de volver a ver a sus familiares y entrar en una rutina que ahora mismo se encuentra paralizada en todos los ámbitos. Están suspendidas las actividades terapéuticas, actividades deportivas, culturales, los talleres productivos parados, con la excepción del que solicito Acaip: que en el taller de corte y confección se fabricaran mascarillas. Y tenemos entendido que así lo están haciendo.

Publicidad

–¿Cuáles son las de los trabajadores?

–Pues como petición prioritaria, urgente y alarmante para conseguir que la enfermedad no entre de muros para adentro, es que nos hagan los test de manera inmediata y nos provean de los EPI homologados. No me quería olvidar de mandar, en nombre de todos los compañeros del centro penitenciario de Topas, nuestras más sinceras condolencias a los familiares y compañeros de Ismael S.R., funcionario de prisiones destinado en Fontcalent (Alicante), natural de la población Zamorana de Venialbo, que ha sido el primer funcionario de prisiones fallecido a causa del coronavirus.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad