Miércoles, 7 de octubre 2020, 00:08
Más de cuarenta días han pasado desde que la Consejería de Sanidad anunciara que “en los próximos días” llegaría a Salamanca un nuevo robot capaz de realizar análisis masivos de pruebas PCR.
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Lo anunció el 26 de agosto, después de conocerse que el Hospital llevaba ya varias semanas sufriendo un problema de suministro de reactivos de la marca Roche, que no era capaz de fabricar tantas dosis como se le encargaban en todo el mundo.
Este problema de reactivos fue generando retrasos en la comunicación de los resultados —hasta siete días en algunos casos—, por lo que en Salamanca se optó por ‘cancelar’ durante una semana las primeras pruebas PCR que se le hacen a los contactos estrechos y ceñirse, exclusivamente, a la prueba de los 10 días.
Según explicaban fuentes hospitalarias, el retraso en la llegada del robot se debe a que son cientos los hospitales que se han visto afectados por la rotura de stock de los reactivos de Roche y casi todos ellos han optado por la misma solución: comprar un robot nuevo de una marca diferente que no dependa de este modelo de reactivos.
Del mismo modo que Roche era una marca referente en España en productos biomédicos, al fallar esta opción los hospitales y laboratorios se han dirigido a los siguientes en la lista: Abbott, Medtronic, etc, por lo que se ha generado un segundo colapso.
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“Nosotros podemos encargar y pagar el robot, pero lo que no podemos es fabricarlo”, explicaba hace unos días Francisco Igea en LA GACETA. El vicepresidente de la Junta afirmaba que, según las informaciones que manejaba, el robot viajaba desde Estados Unidos y se esperaba su llegada para la semana anterior. “Esto no es como ir a una tienda y cogerlo de un estante. Tienes que presentar un proyecto informando de dónde va a ir instalado, qué espacio tienes, cómo se mantendrá... Lo fabrican específicamente para cada hospital”, concretan fuentes especializadas a este diario, además de aclarar que en este tipo de compras el dinero debe ir siempre por delante.
La última referencia es que, posiblemente, llegará a lo largo de esta misma semana, pero entre plazo y plazo incumplido, los microbiólogos del Hospital -con ayuda de Segovia y de la Universidad- están haciendo un sobreesfuerzo para exprimir durante más horas todos los equipos semiautomáticos y tener prácticamente al día toda la demanda de la provincia.
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