Entrada a la localidad desde la carretera que une Salmoral con Macotera TRISOL

“Voy a poner un cartel que diga que cerramos el pueblo en invierno”

Salmoral ha perdido al 62% de sus vecinos en los últimos 20 años. Su alcalde lamenta que “convences a 8 para que se empadronen y se mueren 12”

Domingo, 7 de febrero 2021, 12:00

A Carlos Hernández, alcalde de Salmoral desde hace 19 años, se le llena la boca de orgullo cuando habla de su pueblo. “No lo cambio por ningún otro lugar en el mundo”, asegura rotundo, mientras recuerda cómo hace años llegaron a vivir allí más de 2.000 personas gracias al próspero negocio de la piel. Un pasado que poco o nada tiene ver con el problema de despoblación que sufre ahora el pueblo, después de haber perdido casi un 62% del censo en los últimos 20 años.

Publicidad

“En invierno vivimos aquí 80 personas de los 130 empadronados que somos en este momento”, explica el alcalde, que asegura que el declive de Salmoral comenzó cuando su bisabuelo cerró el gran almacén de pieles que tenía y al que vendían los 200 “pieleros” que entonces vivían allí. “Fueron 200 familias que tuvieron que irse del pueblo a Madrid, Toledo, Cáceres, Ávila... donde tuvieron la suerte de hacer grandes fortunas”, asegura.

Pero en el caso de Salmoral, curiosamente, esa despoblación es “reversible” cuando llega el verano y la cifra de vecinos se multiplica por 20 hasta llegar a los 1.600. “Siempre bromeo y le digo a la gente que en invierno voy a poner un cartel que diga que el pueblo se cierra hasta verano”, cuenta entre risas cuando habla de ese resurgir que transforma a la localidad cuando llega el mes de junio. “Y además este año con la pandemia ha venido más gente y se ha quedado más tiempo”, afirma.

Convences a ocho para que se empadronen y se mueren doce”. Precisamente esa vida que vuelve a tener el pueblo cada verano frente a los pocos empadronados que hay es lo que hace al alcalde lamentarse. “Hemos hecho campañas desde el Ayuntamiento, incluso yo mismo he ido casa por casa, pero es muy difícil porque convences a ocho para que se empadronen y ese mismo año se mueren doce”, reconoce. “Aunque tenemos un Ayuntamiento saneado económicamente tenemos unos ingresos limitados y el gasto en servicios al final es para 1.600 personas. Si consiguiéramos que se empadronaran 500 vecinos todo cambiaría para el pueblo”.

Yo no veo solución a esto de la despoblación”, continúa el regidor, que explica que la “puntilla” al pueblo se la dio el cierre de la escuela hace ya muchos años. “Cuando un pueblo pierde su escuela es el principio de la decadencia”, lamenta, igual que también lamenta la situación que se vive con la sanidad. “Creo que ni la sanidad ni la educación se tenían que haber transferido a las comunidades autónomas. Yo hablo con gente que no quiere empadronarse en el pueblo por el problema del médico. Si hubiera una tarjeta única para toda España esto no pasaría”, insiste.

Publicidad

A pesar de que el futuro no lo ve del todo claro, Carlos no se rinde y, además a animar a sus vecinos “veraneantes” a empadronarse, también busca a una familia que se haga cargo del bar que es propiedad del Ayuntamiento. “Es un local estupendo con más de 90 metros y un patio de 400 metros con escenario y todo. Incluso la familia que lo cogiera podría poner dentro una tienda de alimentación. En Salmoral llegamos a tener siete”, cuenta.

El alcalde, que es además primo de Inés Arrimadas, cuenta lo que le gusta a la líder de Ciudadanos Salmoral. “Ya le he dicho que nos ayude a promocionarlo a ver si conseguimos que venga más gente”, dice esperanzado.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad