Calle Antonio Machado, en Santa Marta. GOOGLE MAPS

Un matrimonio de Santa Marta, insultado en medio de la calle al grito de "sinvergüenzas" por ir a trabajar

Ambos regresaban el pasado lunes de su jornada laboral en el Centro de Atención de Personas con Minusvalía Psíquica de La Salle (CAMP)

EÑE y TERESA

Miércoles, 22 de abril 2020, 12:38

De “atentado” califica el matrimonio santamartino los insultos y gritos amenazantes recibidos por unos vecinos del número 13 de la calle Antonio Machado, cuando en la noche del pasado lunes regresaban a casa sobre las 23:00 horas de su jornada laboral del turno de tarde en el Centro de Atención de Personas con Minusvalía Psíquica de La Salle (CAMP) de Salamanca.

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Sentimientos de “rabia, indignación y dolor” que se entremezclan con la sensación de “sentirnos agredidos y juzgados”, afirma Manuel Ángel que, junto a su mujer Ana, no daban crédito según caminaban hacia su casa en la calle Santiago Mirat de los gritos que estaban recibiendo acusándoles de “sinvergüenzas e insolidarios”.

“Primero deberían enterarse de por qué estábamos en la calle, cumpliendo con todas las medidas de seguridad, llevando las mascarillas e incluso la doble bolsa con los uniformes para lavarlos en casa. Porque si insultan sin saber por qué lo hacen mal y si encima lo saben, peor, no le da derecho a agredirnos de esa manera emboscado en la oscuridad”, explican. Es una sensación “extraña y sientes que nos están vigilando”.

“No entiendo ese desprecio con el que se dirigían a nosotros. Es repugnante, creo que no es necesario y además, si empezamos a coger la justicia de nuestra mano, ahí vamos mal. No es el momento ni la forma de hacerlo”. En este sentido, Manuel Ángel y Ana exigen “respeto a la libertad de las personas y mi derecho a ir y venir de trabajar cumpliendo con todas las normas, es mi libertad y mi privacidad y no quiero que nadie me juzgue, como yo tampoco lo hago con los demás”.

Lamentan que en lugar de llegar a casa para tener tranquilidad y relajarse un poco de la tensión que supone estar toda la tarde con el equipo de protección puesto y en un entorno muy castigado por el coronavirus, “con lo duro que es, que estás dándolo todo e intentando ayudar y hacer tu trabajo, a lo que se une que hace unos días también ha fallecido mi padre, y te encuentras la triste sorpresa de que hay dos personas desde una ventana insultándote. No está justificado, es un agresión en toda regla”, insiste el matrimonio santamartino.

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Situación por la que llamaron a la policía “atónitos” ante lo que estaba sucediendo y “nos mostraron su apoyo en todo momento, calificando también de intolerable lo ocurrido”.

Un desagradable momento que les ha afectado e indignado especialmente: “Me ha tocado llorar mucho esta noche y esta mañana (por este martes) porque son acusaciones que no merecemos y tampoco queremos colgarnos medallas por lo que estamos haciendo. Es mi trabajo y es muy gratificante. Hoy volveré con toda la ilusión a atender a los usuarios del centro y estar con ellos que, a pesar de todos sus problemas, tienen más humanidad y son más agradecidos. Ahí te das cuenta de lo fácil que es hacer feliz a los demás”.

A pesar de que ha sido un hecho aislado, Manuel Ángel asegura que “no lo voy a consentir, esta falta de respecto y tolerancia” y espera que no vuelva a repetirse. Por ello, seguirá en contacto con la Policía Local y no descarta denunciar los hechos sucedidos ante la Guardia Civil “por este atentado que me parece criminal”.

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