Domingo, 22 de enero 2023, 19:26
Al son del ya tradicional “más vale, más darán” la fiesta de San Antón se consolida como una de las citas obligadas del mes de enero en la villa ledesmina. La expectación por la fiesta resultó máxima entre los vecinos, por lo que numerosas personas se acercaron hasta las puertas de la parroquia de Santa María en la Plaza Mayor para vivir en primera persona la festividad del patrón de los animales junto a la tradicional subasta.
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La jornada comenzó con una eucaristía presidida por la imagen del santo, que posteriormente fue sacada al exterior del templo para la bendición de los animales por parte del párroco, en la que no faltaron los perros, los caballos y otras mascotas como la coneja Kitty, que llevó la pequeña Isabel.
Una bendición que dio paso a la esperada subasta, en la que se pusieron a la venta un total de cincuenta y cinco lotes. Se subastaron productos tan variopintos como farinatos, vino, bollos maimones, chucherías para los más pequeños, rosquillas, huevos, empanadas, productos de belleza y cuidado personal o animales como gallos, capones y un cordero, donados por las empresas y asociaciones de la villa ledesmina.
José Miguel Ballesteros, presidente de la cofradía de San Antonio en Ledesma, volvió a ejercer de maestro de ceremonia y recordó que el dinero recogido con esta fiesta “servirá para afrontar el pago del nuevo paso de ‘La Borriquilla’ de Semana Santa”.
Una bola de sal para los animales fue el primer lote de la subasta de San Antón en la villa ledesmina con un precio de salida de cuatro euros y que logró alcanzar los diez euros. Desde familias completas hasta niños de poco más de diez años pujaron por las diferentes viandas. Los organizadores lograron recaudar un total de 2.532 euros entre la subasta, que sacaron 1.131 euros, y la venta de papeletas.
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El lote más llamativo, un cordero por 51 euros
Sin duda alguna, el lote que llamó más la atención entre los más pequeños de la villa ledesmina fue un cordero. El animal tuvo que salir dos veces a subasta porque la primera vez que se puso a disposición de los asistentes ningún vecino se animó a llevárselo. Finalmente, tras insistir José Ángel Ballesteros, un vecino se quedó el cordero por 51 euros, el precio de salida comenzó en 50 euros. La subasta contó con otros animales como gallos o capones.
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