Niños y niñas de Primera Comunión en la última procesión del Corpus celebrada en 2019. TRISOL

Peñaranda teme los efectos del cierre del interior de la hostelería sobre los banquetes de las comuniones

Los hosteleros llaman a la calma y esperan que la situación revierta en un par de semanas | Los afectados reconocen que “el día a día se hace complicadísimo” por las restricciones

Viernes, 14 de mayo 2021, 20:57

La confirmación del cierre del interior de los establecimientos hosteleros en Peñaranda, además del lógico malestar entre lo afectados, provocó rápidamente la inquietud entre las familias cuyos hijos tomarán próximamente la Primera Comunión y tienen previsto la celebración de los habituales banquetes.

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En el caso de la localidad peñarandina, las jornadas de las comuniones se desarrollarán los sábados y domingos del mes de junio, después que el año pasado se aplazaran la gran mayoría de ellas por las limitaciones de aforo en los templos y también por las restricciones en el sector de la hostelería. A menos de un mes para que comiencen las citadas comuniones, la lógica incertidumbre no tardó en llegar al entorno de los pequeños protagonistas que tienen puesta toda su ilusión de cara a junio.

La respuesta de los hosteleros locales tampoco se hizo esperar e hicieron un llamamiento a la calma precisamente por el tiempo que resta para la primera fecha. “Hay que mantener, ante todo, la calma porque esperamos y confiamos en que esta situación no se prolongue más allá de 15 días y podamos reabrir sin mayores problemas”, explicó ayer Gerardo Díaz, miembro de una reconocida saga de hosteleros peñarandinos.

El sector tiene, además, puestas todas sus esperanzas en empezar a remontar tras más de un año durísimo y recuperar parte de la temporada de eventos con los tradicionales banquetes de comuniones y algunas bodas.

Al margen de dichos eventos, los hosteleros reconocen, además, que con las restricciones que entran en vigor a partir de hoy y que se revisarán por parte de la Junta cada siete días “el día a día se hace complicadísimo de sobrellevar”, confiesan.

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Con el interior cerrado, sólo cabe la opción de servir comidas y cenas, en el caso de los restaurantes y algunos bares, en las terrazas y la previsión meteorológica para las próximos días tampoco acompaña para hacerlo.

El resto de los bares sin servicio de comedor comparten la preocupación e indignación por el cierre y no dudan en afirmar que “siempre pagamos los mismos, los hosteleros, después del año que llevamos y nos vuelve a tocar pagar el pato. Si ya tenemos serias dificultades para salir adelante, a algunos les va a costar el cierre”, señalan.

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