Con no pocos esfuerzos, los caballistas lograron ofrecer este sábado algo de espectáculo al público que acercó a Gallegos de Argañán para asistir al encierro mixto a caballo con cuatro novillos de El Collado de Yeltes. Nadie esperaba lo que sucedió. Después de más de una hora de espera e impaciencia de los aficionados, una hora que para muchos voló rápido gracias al ambiente de la charanga Manliao, los chiringuitos y las peñas, y después de que la mayoría de los espectadores abandonaran sus posiciones y se dispersaran, algunos caballistas aparecieron galopando por la calle José Antonio, que desemboca en la plaza de toros instalada para las fiestas. Lo hicieron cerrando el paso a un novillo que los presentes pudieron disfrutar desde las talanqueras a duras penas y de manera muy fugaz.
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Antes de su llegada al casco urbano, los caballistas estuvieron tratando de reunir a los novillos y bueyes que se habían escapado por el monte. La salida debía ser desde la zona denominada “embarcadero” para trotar rumbo al recorrido urbano.
Niños, jóvenes y mayores tanto de Gallegos de Argañán como de fuera asistieron a este encierro mixto, algunos hasta disfrazados de opulentos jeques árabes con un cartel que rezaba “Gallegos el nuevo Dubai”.
Este domingo, afortunadamente, el pueblo asiste a un nuevo encierro mixto a caballo, que los seguidores de estas fiestas esperan aún con mayor ansia, después de la incertidumbre y tensión generada este sábado, con momentos cruciales en los que a más de uno les sorprendieron los caballistas en su trasiego de vuelta del monte, dirigiendo a cuentagotas pero con firmeza a los huidizos novillos que tanto dieron de qué hablar.
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