Viernes, 30 de julio 2021, 14:27
Los ataques vandálicos en Doñinos han subido un escalón y los gamberros ya no se limitan a pintar las fachadas de la Casa Consistorial, sino que en esta ocasión han atacado el vehículo particular del alcalde Manuel Hernández.
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En la puerta del centro cultural de Doñinos y a plena luz del día, entre la una y las dos de la tarde. Ha sido el momento y lugar elegidos por los gamberros para arrojar la pintura plástica naranja sobre el vehículo privado del alcalde, que en ese momento mantenía una reunión de trabajo en el interior del edificio municipal.
La puerta del lado del acompañante, el capó, y el espejo retrovisor fueron algunos de los puntos en los que dejaron caer la pintura. “Un vecino ha entrado al centro cultural a avisarme de que había pintura chorreando por mi coche”, relataba ayer el alcalde. “Quien haya sido ha aprovechado que en este edificio no hay cámaras de seguridad para hacerlo porque el coche había estado el resto de la mañana ante la Casa Consistorial, que sí que las tiene ya instaladas”, explicó Hernández. A las tres de la tarde el regidor, diputado también por el grupo Cs, interpuso la correspondiente denuncia por daños en su vehículo ante la Guardia Civil.
Desde marzo el municipio ha sufrido en tres ocasiones ataques con pintura a las fachadas de la Casa Consistorial
Se da la circunstancia de que desde el pasado mes de marzo los vándalos han atacado en tres ocasiones las fachadas de la Casa Consistorial de Doñinos. En el mes de marzo fueron las paredes de la parte trasera del Ayuntamiento las que aparecieron “marcadas” con líneas de pintura negra que afectaban tanto a las paredes perimetrales exteriores como a los cerramientos de aluminio y el acristalamiento del edificio. Además, se da la circunstancia de que los “artistas” tuvieron que saltarse el toque de queda vigente en aquel momento para llevar a cabo su fechoría.
En junio, además de las pintadas en el Ayuntamiento, se robaron los focos de iluminación del Punto Limpio, mientras que el pasado día 16 llegó el tercer gran ataque nocturno al edificio, en esta ocasión, con pintura naranja y dirigido a las paredes de piedra de Villamayor. El Consistorio ha interpuesto en cada ocasión la correspondiente denuncia y ha tenido que gastar cerca de 6.000 euros en las tareas de limpieza.
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La localidad también dispone de una ordenanza que permite sanciones de hasta 3.000 euros por este tipo de actos vandálicos.
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