La nogala, el árbol sagrado que aún resiste el paso del tiempo.

Los secretos de El Mensegal, un paraje a un paso de Salamanca

Una ermita, una plaza de toros cuadrada, la nogala como árbol simbólico y el agua como elemento omnipresente reciben al visitante en este histórico paraje de la localidad de Endrinal

TEL

Sábado, 9 de julio 2022, 16:43

El Mensegal es el broche de oro que enlaza las primitivas instituciones ibéricas con las piadosas costumbres actuales”, explicaba el padre César Morán para referirse a este paraje a poco más de un kilómetro al sur de la localidad de Endrinal en su “Reseña histórico artística de la provincia de Salamanca”. Con esta presentación, no cabe duda de que el paraje, presidido por una ermita, una plaza de toros cuadrada recientemente restaurada y el tronco de una vieja nogala es un lugar mágico, de culto a costumbres ancestrales que supo adaptarse y que, a día de hoy, invita a disfrutar con un sencillo paseo desde el pueblo de Endrinal o la localidad de Casas de Monleón a través de campos en los que aún hoy puede encontrarse agua, ese elemento al que las antiguas culturas rindieron también un notable culto.

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Quien no quiera caminar por esos senderos puede acceder por carretera ya que, además, desde 2020, el camino que llega a la ermita desde la carretera de Endrinal-Los Santos está asfaltado por el Ayuntamiento de la localidad.

La ermita, dedicada a Santa Isabel, madre de San Juan Bautista, es el escenario de dos celebraciones al cabo del año: el Lunes de aguas con motivo de la romería de la Virgen del Mensegal y, el 24 de junio, día de San Juan. Desde 2016 se recuperaron los toros, pero si se quiere huir del bullicio, ahora es uno de los mejores momentos para acudir ya que el entorno está limpio de hierbas altas, la plaza de toros está limpia y la nogala siempre presente.

La ermita forma parte de la ruta de los conventos de Salamanca y norte de Cáceres ya que la zona estuvo ocupada en el siglo XV por monjes benedictinos, que lo vendieron al Concejo de Salamanca en 1413 dando pie, según diferentes informaciones, a una serie de pleitos sobre su posesión entre diferentes bandos nobiliarios y los propios pueblos de Endrinal, Los Santos y Monleón. Una muestra de la importancia histórica que se mantiene viva aún hoy en forma de dos fiestas y de un lugar sagrado, simbólico y remanso de paz para disfrutar del pasado y la naturaleza.

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