Localidades como San Martín del Castañar triplican su población durante el verano CASAMAR

Los pueblos salmantinos reclaman apoyo de las instituciones ante la sequía

Hay zonas que se han quedado sin una gota de agua | En los que integran la Sierra de Francia la escasez es acuciante

Sábado, 11 de junio 2022, 17:10

La falta de lluvias ocupa cada vez más a los ayuntamientos, que a medida que ven de cerca la etapa veraniega, preparan las pocas armas a su alcance para afrontar los meses vacacionales con un abastecimiento muy limitado.

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En el mejor de los casos los pueblos afectados se encogen de hombros: “vamos tirando”, en el caso de Aldeadávila, aunque reconocen que en ocasiones hay zonas que se han quedado sin una gota de agua. En otros, especialmente en los que integran la Sierra de Francia, la escasez es acuciante y les obliga a agudizar el ingenio y ahorrar para preservar un bien muy preciado en verano.

Miranda del Castañar: dos cisternas que se quedan cortas

Desde Miranda del Castañar aseguran que dos cisternas se son insuficientes. El Ayuntamiento reivindica la implicación de la Diputación y manifiesta su preocupación por un problema persistente y que pone en jaque a la localidad con la llegada del verano y el incremento de población. Señalan que es menester agilizar las conexiones para que llegue agua de Béjar, y recuerdan que la población da un salto de 400 a 1.400 personas en los meses estivales. Hablan de un problema que califican de histórico. Los meses de agosto y septiembre son críticos.

Sotoserrano: sequía y abuso, una combinación fatal

Conscientes de que se avecinan meses duros, desde el Consistorio de Sotoserrano lanzan cada verano un bando para hacer un llamamiento al uso responsable del agua. La prudencia, manifiesta el alcalde Sebastián Requejo, es clave para afrontar la situación de abastecimiento, que, por el momento, asegura que tienen garantizada con el embalse de Béjar, aunque apunta que la sequía les coloca en una situación complicada, especialmente si se hace un uso indebido del agua para regar huertos. El Ayuntamiento recuerda que debe limitarse el agua al consumo humano.

La Alberca: agosto, el mes en el que comienza el peligro

Si hay una villa que está, irónicamente, con el agua hasta el cuello, es La Alberca, y es que aunque se beneficia desde hace un tiempo del azud de Arrohuevos, sigue notando que el problema persiste, debido a su proyección turística, que se dispara en los meses de verano entre segundos residentes y visitantes esporádicos. “Eso solo es un parche”, sentencia Miguel Ángel Luengo al referirse al azud. “Viene muy bien, pero no es la solución definitiva”.

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El punto de mira está en el mes de agosto, cuando comienza a escasear el agua hasta septiembre, y más población se concentra en el término municipal. La afluencia de gente, recalca, es aún mayor que antes de la pandemia, y la escasez de lluvias y previsión de precipitaciones, temible. El Ayuntamiento destina un empleado a la única tarea de controlar los depósitos, y espera pasar, aunque sea con apuros, el verano. “En siete años no hemos tenido que cortar el agua”. También en La Alberca lanzarán bandos para advertir de la prohibición de regar huertos y jardines.

San Martín: objetivo, retener todo el agua que sea posible

El alcalde de San Martín del Castañar, Alfonso Buenaventura, alude a la prevención de fugas como una solución para paliar la escasez de agua, recursos que puede emprender el Consistorio. “Hemos renovado ya el 90% de las redes de abastecimiento”, afirma-.

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Aprecia que esta es la principal tarea de los pueblos afectados, y también se centran en la limpieza de fuentes y manantiales, así como el drenaje hasta los pozos. “Se perdía agua, observamos que no llegaba toda”. Dentro del Plan de Sequía, ahora preparan balsas para el abastecimiento. Las previsiones son, sin embargo, objeta, malas por el momento.

Villarino de los Aires: Las Arribes, sujeta a restricciones

El alcalde de Villarino de los Aires reconoce que los pueblos que integran Las Arribes del Duero también han tenido ocasionalmente algún problema, aunque no tan acentuado ni regular como en la Sierra de Francia. Julián Martín, regidor de la villa, explica que les traen el agua desde la presa de Almendra, y que por ahora no tiene restricciones, aunque sí las han tenido el año pasado.

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