Los pastores y animales triunfan en el belén viviente de Santiago de la Puebla

La representación volvió con un mensaje emocionante en el que se recordó a los ausentes | Aves, un choto, un burro y otros animales acompañaron al niño

Lunes, 26 de diciembre 2022, 20:14

Un belén viviente sin animales es inconcebible. El de Santiago de la Puebla volvió a recuperarse, tras dos años de parón, con la actuación también de un perro, ocas, gallinas, un choto, un burro, ovejas, pavos y otros que parecieron disfrutar de ser protagonistas figurantes junto a varias decenas de vecinos. La localidad se convirtió por un día en la ciudad de Belén de Judea, donde tampoco se echó en falta el ángel. San José era encarnado por un vecino que se ha dejado crecer la barba durante semana. Este iba acompañado de la Virgen María, en busca de posada, finalmente alojados en un portal, al calor de los animales domésticos.

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Otro de los protagonistas tuvo a bien pronunciar unas palabras antes del comienzo de la puesta en escena. La ocasión lo merecía. Recordó que tras la última puesta en escena de este Belén viviente, en 2019, se dieron un abrazo y se despidieron “hasta el año que viene”, pero tuvieron que esperar hasta ayer. Porque aquel año siguiente la plaza porticada de esta localidad estaba totalmente vacía. “Daba hasta miedo ir a la tienda”, recordó el personaje que en sus palabras no dejó de mencionar a quienes ya no están entre nosotros. La emoción acompañó así en el inicio de una puesta en escena brillante, sobre todo, por un escenario sorprendente. La plaza de Santiago de la Puebla era una auténtica ciudad en la que no faltó el lago y hasta un río con su puente. En sus aguas lavaban la ropa unas lavanderas. Entre otros establecimientos se podía contemplar una farmacia, un alfar, una bodega, y otros tantos lugares.

Se pudo ver como San José y María buscaban posada y como, una vez en el portal, recibieron ofrendas.

Mientras tanto, el resto de actores realizaban sus labores cotidianas:el herrero machacaba, el zapatero arreglaba los calzados, los panaderos amasaban; y así, hasta muchas otras labores. Había varias hogueras que contribuyeron a caldear un ambiente que para nada era frío, más que nada por el calor humano aportado por las cientos de personas llegadas de toda la comarca de Peñaranda de Bracamonte y otros lugares.

La unión de los santiagueses, su trabajo y esfuerzo se vio recompensado con la visita de abundante público de todas la edades. El Ayuntamiento obsequió con un delicioso chocolate una vez concluida la representación. Además, tras la puesta en escena, todos los asistentes tuvieron la oportunidad de adentrarse en la ciudad de Belén, pudieron interactuar con los personajes y tomarse una foto en un espacio que parecía transportar al ciudadano contemporáneo a otra época.

Esta es la octava ocasión que se lleva a cabo el Belén viviente de Santiago de la Puebla. Esta iniciativa ha superado la prueba de la pandemia, a pesar de realizarse en un pueblo muy dañado por el fenómeno de la despoblación rural, goza de buena salud, y, si nada lo impide, parece ser que promete otra edición. Al menos, las personas que lo han hecho posible se pueden sentir orgullosas de hacer resonar el nombre de Santiago de la Puebla y quienes lo visitaron a buen seguro que siguen mencionándolo en sus conversaciones.

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