Trabajos de extinción del incendio de Monsagro durante el mes de julio del pasado año en las cercanías de la localidad que le dio nombre. CASAMAR

Las ayudas del Gobierno prometidas hace cinco meses por el incendio de Monsagro no llegan

Se cumplen cinco meses de la declaración de zona catastrófica por acuerdo ministerial | Sin concretar los beneficios fiscales ni subvenciones directas para los afectados

Lunes, 23 de enero 2023, 21:41

El día 23 de agosto del pasado año, el Consejo de Ministros aprobó la declaración de zona catastrófica para el área afectada por los incendios forestales ocurridos en el inicio del verano en la provincia de Salamanca, una noticia que fue recibida con “alivio” por parte de los municipios especialmente los que sufrieron el incendio de Monsagro.

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No en vano, la declaración contenía una serie de ayudas directas y otras medidas con las que paliar las enormes pérdidas económicas y materiales sufridas y que sin embargo, cinco meses después, no han llegado.

Cinco meses en los que tan solo hay conocimiento oficial de una línea de ayudas que el Ministerio de Política Territorial lanzó a finales del pasado mes de diciembre destinadas a solucionar los daños ocasionados por los incendios en infraestructuras municipales y red viaria provincial, previstas en el acuerdo del Consejo de Ministros celebrado en agosto pasado en el que se declaró Zona Afectada por una emergencia de Protección Civil el territorio afectado como consecuencia de los incendios.

Una convocatoria del Ministerio de Política Territorial que aun está a la espera de resolución ya que tiene abierto el plazo de solicitud hasta el próximo día 30, por lo que se desconoce cuál será su alcance tanto en número de actuaciones como en importe económico.

Del resto de las ayudas recogidas en el citado acuerdo del Consejo de Ministros nada se sabe, ni sobre las posibles ventajas fiscales para los habitantes de los municipios integrados en las áreas afectadas por estos incendios, ni ayudas directas, ni otras medidas del Gobierno dirigidas a paliar los daños ocasionados por las llamas en explotaciones ganaderas, agrícolas o forestales.

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