Domingo, 20 de noviembre 2022, 21:38
Béjar fue el escenario de la tradicional marcha del otoño bejarano organizada para acercar el patrimonio natural y monumental, así como los recursos turísticos de la ciudad, a los pequeños escolares con el objetivo de que conozcan el legado de la ciudad y sus atractivos para atraer visitantes.
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El parque municipal de La Corredera fue el lugar elegido para el encuentro de los participantes, pequeños y adultos, e iniciar el recorrido de nueve kilómetros por parte de la ciudad y también su entorno más cercano.
La iniciativa surgió hace años por parte del grupo de montaña “Sierra de Béjar” y este domingo cumplió su decimocuarta edición en una jornada con temperaturas más altas que el pasado sábado y sin precipitaciones de agua aunque con cielos cubiertos. La marcha del otoño nació como una aventura para el público infantil ya que recorría la antigua vía del tren y cruzaba el túnel con linternas antes de ser rehabilitado el antiguo trazado ferroviario como Camino Natural “Vía de la Plata”. Desde enero de 2019, bejaranos y visitantes disfrutan del tramo tanto a pie como en bicicleta en un recorrido sencillo, prácticamente llano y apto para todas las edades. En la actualidad, el túnel está ya iluminado y rehabilitado aunque mantiene su atractivo para los más pequeños.
La primera parte de la marcha permitió a los pequeños recorrer la muralla medieval para seguir hacia el parque de La Antigua, la plaza del Yezgal, recorrer la ruta Umbría y bajar por la Cuesta de los Perros para hacer al recorrido de las fábricas textiles a orillas del río Cuerpo de Hombre. Fue en ese punto desde donde los participantes conectaron con el Camino Natural para cruzar el túnel y acceder a la calleja de Fuentehonda.
Ese desvió sirvió para acercar al público a la depuradora y volver a conectar con el Camino Natural para finalizar en la estación del tren. Allí, un grupo de voluntarios esperaba a los participantes no sin antes preparar las instalaciones de la antigua bolera para acoger una representación teatral a cargo del grupo de teatro bejarano “Chirimbamba”.
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Cerrado desde hace varios años, el antiguo centro de ocio, trasladado después a la plaza del mercado de abastos, acumula suciedad y desorden mientras la bolera agrava su deterioro por falta de uso en espera de un acuerdo con Adif para renovar el contrato y revivir esa zona, principalmente el establecimiento hostelero cerrado hace poco más de un año. Los presentes lamentaron el mal estado de esas instalaciones, que fueron punto de encuentro de jóvenes y adultos para disfrutar de la bolera hasta el año 2015.
En ese edificio, el grupo “Chirimbamba” actuó para los pequeños y despidió esa cita que terminó con la entrega de regalos por parte de los voluntarios montañeros así como golosinas entre todos los pequeños participantes.
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