Los municipios de El Cabaco y Nava de Francia cuentan con un nuevo atractivo turístico: una ruta micológica puesta en marcha por la Diputación de Salamanca que une ambos pueblos y que se puede comenzar en cualquiera de ellos.
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El nuevo sendero, de 13,7 kilómetros, muestra la gran variedad paisajística de la zona, donde predominan las extensas dehesas de robles, a la vez que se abre paso a su enorme riqueza micológica, sin dejar atrás ríos, valles y hasta el paso por un bosque de pinos.
El diputado de Turismo, Javier García y el diputado de Medio Ambiente, Román Hernández, presentaron los detalles de la ruta, de forma circular y con un desnivel de 220 metros. La dificultad es media, no por el escaso desnivel, sino por la longitud, para la cual se estima una duración de 3 horas y 55 minutos.
Además, destacaron la posibilidad de realizar un itinerario reducido de 2 kilómetros en torno El Cabaco.
La nueva ruta micológica se suma a la que une Montemayor del Río con El Cerro; Cepeda con Madroñal y Herguijuela de la Sierra; Tamames con Aldeanueva de la Sierra y Villasrrubias con Peñaparda. Todas ellas son una apuesta de ambas delegaciones, según explicó Javier García, por dar a conocer la importancia micológica en la provincia, “ya reconocida por la Junta de Castilla y León con la creación del primer parque micológico de la comunidad autónoma, que consta de las sierras de Francia, Béjar, Quilamas y El Rebollar”.
El alcalde de El Cabaco, José Antonio Sánchez y el alcalde de Nava de Francia, Julián González, destacaron el gran impulso que supone esta ruta para los municipios que gobiernan y agradecen a la institución provincial que lo haga posible con sus recursos. “Los pueblos pequeños necesitamos que se hagan proyectos tan bonitos como los que se están haciendo. Gracias a ellos se dan a conocer y se da a ver el valor que tienen”, manifestó el alcalde de El Cabaco. A su vez, ambos desearon una “gran acogida y que esta ruta sea una forma de seguir cuidando del medio ambiente”.
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A lo largo del camino presentado ayer, además de los hongos, plantas y animales, los senderistas también podrán disfrutar de la historia de la zona, recorriendo los caminos carboneros y apreciando una de las actividades más tradicionales del terreno, la minería romana. Igualmente, la ruta pasa por Las Cavenes, un paisaje minero romano, resurgido en la 2ª guerra Mundial con la extracción de wolframio.
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