La localidad salmantina que se ha unido para salvar su ermita

El llamamiento solidario de una comisión de vecinos y amigos de Carbajosa de Armuña para salvar el edificio de la ermita de Santa Bárbara en la localidad logró este domingo la atención de cerca de medio millar de personas de todas las edades, que participaron en una singular caminata para recaudar fondos con destino al arreglo de los desperfectos que presenta el pequeño templo.

La delicada situación por la que pasa la ermita de Santa Bárbara, datada del siglo XV y ubicada en un teso desde el que se domina toda la localidad, ha sido el detonante para que tanto un grupo de vecinos como el Consistorio de Castellanos de Villiquera, al que pertenece este anejo, hayan comenzado a plantear iniciativas con las que buscar fondos y poder abordar las reparaciones más urgentes de este pequeño templo, actuación que realizarán en colaboración con la Diócesis de Salamanca.

Entre los puntos más dañados de la pequeña ermita están tanto el tejado, que presenta goteras y un mal estado generalizado, como una de las esquinas de la fachada principal, cuyas piedras han comenzado a desprenderse y dejan ver una gran grieta en la unión de las dos paredes e incluso en el interior de la ermita.

Poner remedio a esta situación, al menos realizando las reparaciones más urgentes para que el deterioro no avance más, se ha tasado en unos 19.000 euros, que es la cantidad necesaria para sustituir el tejado del templo. Ataviados con la camiseta reivindicativa, más de trescientos vecinos iniciaron una marcha de ocho kilómetros desde el frontón de Castellanos de Villiquera, dispuestos a aportar su granito de arena.

Desde este punto recorrieron los caminos del municipio hasta conectar con el casco urbano de La Mata de Armuña en un paseo que se desarrolló por la ruta senderista ‘Art-muña’, y que fue muy asequible para los participantes por ser un trazado llano por caminos muy amplios. Además, permitió a los senderistas conocer el proyecto Vi-Art, con una veintena de murales repartidos tanto en el casco urbano de Castellanos de Villiquera como en sus dos anejos. Los organizadores dispusieron incluso de una parada de avituallamiento en el anejo de La Mata para que los participantes repusieran fuerzas.

Ya en Carbajosa de Armuña, y como colofón a la caminata, los vecinos pudieron disfrutar de una paella de hermandad en la que se repartieron más de quinientas raciones y junto a la que además hubo hinchables para diversión de los niños que acudieron a la ruta.

Un autobús devolvió al punto de partida a los participantes que habían dejado su coche al inicio de la ruta para que no tuvieran que realizar el trayecto de regreso a pie.

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