Maleza y pintadas invaden la antigua gasolinera de Rágama junto a la carretera CL-610. FOTOS: TRISOL

Gasolineras pasto de los vándalos

Algunos ayuntamientos de la comarca de Peñaranda buscan ideas para recuperar los terrenos que ocuparon las antiguas estaciones de servicios y poner fin a una triste imagen de abandono

Jueves, 5 de agosto 2021, 11:25

Durante décadas fueron lugar de parada casi obligada cuando el depósito de carburante llegaba a la reserva y fueron testigos mudos del descanso de los camioneros y de los desplazamientos para unas merecidas vacaciones o para hacer compras en la cabecera de comarca. Hoy día son varias las gasolineras que cerradas y sin actividad desde hace años languidecen en el paisaje rural mientras se convierten en objeto de los vándalos que arrasan a su paso cristales, puertas, letreros y hasta los surtidores.

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En el este de la provincia tres pueblos son ejemplo de esta situación: Rágama, El Campo de Peñaranda y Ventosa del Río Almar, entre el recuerdo nostálgico de sus vecinos por lo que fue un centro de actividad económica para el pueblo y ahora sufre el abandono y la decrepitud.

En el caso de Rágama el Ayuntamiento quiere recuperar la antigua estación de servicio, abandonada desde hace más de una década junto a la carretera regional CL-610 que lleva a Medina del Campo (Valladolid).

Lo que fueron centros de actividad económica para los pueblos, ahora sufren la decrepitud y los daños por vandalismo

Hace ya un par de años se aprobó en pleno la cesión a título gratuito de los terrenos que ocupa la antigua gasolinera. “Son unos 6.000 metros cuadrados situados a unos 500 metros del casco urbano y que cuentan con servicios urbanos de agua y electricidad y acceso tanto desde la carretera CL-610 como desde un camino agrícola alternativo”, explica el alcalde de la localidad, José Luis Moyano.

Cristales rotos en la oficina tienda de la gasolinera de Campo de Peñaranda.

En Campo de Peñaranda, tanto la gasolinera como el terreno adyacente a la misma son propiedad privada y el Ayuntamiento ha solicitado su cesión al pueblo pero “a coste cero y sin hacer frente a las deudas, nosotros no vamos a pagar nada”, señalaron ayer los responsables municipales.

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En Ventosa del Río Almar, la gasolinera junto a la Nacional 501, también está cerrada desde hace varios años aunque su alcalde, Ángel Moro, asegura que “es propiedad privada pero de una empresa seria que sigue pagando todos los impuestos correspondientes al Ayuntamiento, hasta la tasa de basura”.

Iniciativas para generar empleo

Rágama es, por ahora, el municipio que más adelantados tiene los trámites para hacer realidad en un futuro, tal vez a medio plazo, la recuperación de la antigua estación de servicio del pueblo. “Las condiciones de servicios y localización que tiene la gasolinera son las que consideramos que lo pueden hacer útil en el futuro para la implantación de algún servicio o iniciativa y la actual idea es que pudieran ofrecerse para alguna iniciativa que pudiera generar empleo dándoles condiciones ventajosas para ello”, añadió el alcalde.

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Los responsables municipales no descartan incluso la opción de realizar algún tipo de concurso de ideas de negocio en colaboración con otras administraciones como la Diputación de Salamanca o el Grupo de Acción Local del Nordeste, del que saliera el nuevo uso para dicha instalación.

Desterrar la imagen de suciedad y abandono que presenta el lugar desde hace años es algo que los vecinos coinciden en valorar como algo positivo. Dar opciones de futuro a los emprendedores que siguen apostando por el mundo rural, a pesar de las dificultades, también resulta elogiable y meritorio y más aún en una época en la que la pandemia está favoreciendo el retorno a los pueblos de personas y familias que apuestan por vivir en ellos.

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Ver el antes y el después de una instalación en la que las acciones vandálicas llevan pasando factura durante años es, sin duda, un sueño al que los ragameños no renuncian aunque no pueda materializarse a corto plazo.

Poner en valor una instalación abandonada y que puede ser, de nuevo, motor de alguna actividad económica en beneficio del pueblo es el objetivo que se persigue y que, con un poco de buena suerte y algo de dinero, puede ser un gran proyecto de futuro.

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