Lunes, 19 de julio 2021, 11:20
Trece años después de la sentencia que obligó al Ayuntamiento de Béjar a desalojar la práctica del botellón de la zona de El Regajo, los problemas han vuelto y, con ellos, las primeras denuncias vecinales por los daños provocados.
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Un vecino dio aviso este fin de semana a la policía municipal y presentó también denuncia en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Béjar por los daños ocasionados en su propiedad después de, según explicó, una noche de actos vandálicos en la que se produjo hasta un pequeño incendio que podía haber tenido mayores consecuencias.
“Llamé yo a la policía local sobre las 8:46. Se presentaron enseguida, pero no sabían del tema, ni los bomberos tampoco, no habían recibido aviso”, explicaba el vecino afectado, que recibió también una llamada de la alcaldesa para informarse y preguntar por los sucedido en la noche del viernes al sábado en la zona. Según añadió el vecino, durante la noche se han producido “desperfectos por el incendio ya que, al parecer, quisieron quemar un contenedor que tenía maleza de El Regajo y bolsas de basura. Se incendió el forraje seco que estaba en la entrada de la finca colindante a la mía, el contenedor estaba al inicio de la calle Chorrito y lo trasladaron hasta la cuesta de los Olivos con la intención, según conclusión de uno de los investigadores, de quemarlo y de causar el mayor daño posible”.
Los vándalos provocaron, por tanto, daños en mobiliario publico y en propiedades privadas. El vecino denunciante señaló que, en su caso, “nos han roto un adorno de la terminación de la puerta de acceso al garaje, el adorno de la parte superior estampando una botella de cerveza, dejando los cristales diseminados por el jardín y encima de mi coche”. La puerta no llevaba instalada ni un año, recuerda.
Pero no es el único vecino del entorno que llamó la atención sobre la situación ya que otra vecina que sube habitualmente de paseo al Castañar aseguró que “van tres semanas consecutivas de porquerías y destrozos”. Hay malestar entre los residentes de la zona y las personas que transitan por allí por la acumulación de los restos de botellón cada fin de semana. Sucede en otros puntos de Béjar y obliga a las cuadrillas de limpieza viaria que están de guardia los fines de semana a trabajar sábados y domingos en la zona para retirar la basura acumulada.
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