Momento de la escena con el alcalde, Matías Sánchez, interpretado por Juan Méndez, desde el Ayuntamiento TEL

El pueblo salmantino que viaja en el tiempo a la invasión de Napoleón

Revive la quema del pueblo y el rapto de la lámpara de la iglesia en 1812 | Busca integrarse en las rutas napeoleónicas de la provincia

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Sábado, 20 de agosto 2022, 16:58

Fue el 21 de mayo de 1812 cuando Puerto de Béjar viviría uno de sus episodios históricos más importantes que, a día de hoy, le sirve como aliciente para recordar su historia y atraer turismo en pleno mes de agosto.

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En aquella fecha, las tropas francesas realizaron una parada en Puerto de Béjar de camino a Béjar y aprovecharon para reclamar a los vecinos el pago de más tributos para ayudar en el mantenimiento de las tropas. Sin embargo, Puerto de Béjar no podía hacer frente a las exigencias de los franceses, que pedían 14.000 reales, y las tropas decidieron entonces quemar la localidad.

El entonces alcalde logró, con ayuda de los vecinos, reunir 8.000 reales pero restaban 6.000 reales como parte de la deuda. Inamovibles, los franceses siguieron en su empeño y quemaron calles y casas pero, también, robaron la lámpara de la iglesia en represalia por no haber podido recaudar las cantidades exigidas.

Ese episodio fue revivido el pasado lunes en Puerto de Béjar con algunos cambios con respecto a la escenificación iniciada en 2012, justo dos siglos después de los hechos. Vecinos ataviados con las ropas de la época, tanto del bando de los vecinos como de las tropas francesas, dieron vida a aquellos protagonistas involuntarios de unos hechos que sirven ahora de atractivo para el turismo de la zona.

Uno de ellos fue el entonces alcalde, Matías Sánchez, que hasta ahora era interpretado por Juan Méndez López, ausente por motivos de salud. En su lugar, entró en escena Félix Nieto Ballesteros, actor de gran calidad interpretativa natural de Puerto de Béjar. Además, también se recordó a la figura de Antonio Bravo de Soto fallecido por coronavirus, que interpretaba a un soldado francés. Al pasar la escena por su vivienda, el brigadier francés, al que daba vida Luis Fraile Valle, quiso rendir un homenaje póstumo a su soldado.

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La escena tuvo como epicentro la plaza del Ayuntamiento, donde el alcalde lanzó su conocida frase “cuanta más clemencia suplicamos, con más soberbia nos responde pero vamos a ser capaces de demostrarle que, por encima del dinero, está la dignidad”.

Los vecinos de Puerto lucharon pero no lograron parar a las tropas y evitar el robo de la lámpara de la iglesia pero, ahora dos siglos después, ese capítulo puede servirle para convertirse en un atractivo más de la provincia de Salamanca. La localidad opta a incorporarse a las Rutas Napoleónicas ya que ha solicitado a la Diputación ese reconocimiento para ser otro referente más del pasado napoleónico salmantino.

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