Todas las provincias encierran en su acervo cultural una rica y, casi siempre, variada toponimia. Salamanca no es una excepción. Indagar en la etimología de tan vasto plantel de términos no es fácil y está al alcance de muy pocos. Pero gracias a ellos, lugares de nombres rimbombantes, curiosos, sorpresivos e, incluso, extraños desvelan su significado o no. Y es que aún sigue habiendo topónimos a los que historiadores y filólogos no han conseguido desentrañar su origen. Es el caso de Castraz, una localidad ubicada en la comarca de Ciudad Rodrigo, cuyo nombre sigue siendo “un enigma”. Así lo confiesa el estudioso en toponimia salmantina y profesor en la Universidad de Sevilla Pascual Riesco Chueca, quien después de años de investigación no ha dado con la solución: “A estas alturas no soy capaz de desentrañar por qué tiene esa forma; pero sigo insistiendo”, confiesa.
Publicidad
El documento más antiguo con el que se ha topado este estudioso data de 1535 y en él aparece ya el término de “Castraza”, aunque la fundación del municipio es mucho más antigua, ya que se remonta a la repoblación llevada a cabo por el Reino de León a partir del siglo XII. La primera sensación es que dicha referencia pudiera tratarse de una forma sufijada de “castro”, con un origen lusitano —previo a la romanización—. “Se podría pensar que estamos hablando de un castro grande que lleva a un apócope con la pérdida de la última vocal, castraz-a”, subraya Riesco Chueca. Pero dicha hipótesis, que lleva a concebir castraz-a o castraz-o como un aumentativo de castro, no es la apuesta preferente de este estudioso, quien vincula este término con un adjetivo descriptivo: “Por tanto, estaríamos hablando de tierras, lomas, aceña, peña, villa, aldea... vinculadas al castro”, apostilla.
Con el tiempo, el término pierde su carácter femenino y se masculaniza y de “Castraza” se pasa a “Castraz”. “Es algo bastante habitual”, subraya Pascual Riesco Chueca.
Pero no es ésta la única explicación etimológica que los expertos confieren al topónimo Castraz. Un estudioso en toponimia ancestral ibérica como es el vallisoletano Gonzalo Mateo Sanz apuesta por vincular este término con los topónimos de origen ibérico o pre-latino y asocia el término “castraz” con la expresión íbera “kastro-aiz”, que podría traducirse como “las peñas del castro”.
La incógnita sigue aún sin despejarse.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.