Jueves, 22 de agosto 2019, 00:00
Aunque resulte paradójico, el pueblo de Fuentes de Béjar apenas tenía manantiales naturales o con grifo que estuvieran en funcionamiento, pero eso ha cambiado este verano con la iniciativa de recuperar al menos cuatro de esas fuentes, que vuelven a manar después de más de dos décadas sin funcionar.
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Josecho Calvillo ha sido el autor de esta actuación, que se está completando con la instalación de bicicletas sin uso, pintadas por los niños del pueblo, para adornar calles y plazas del pueblo. La fuente del tío Clemente ha sido la primera en entrar en servicio junto con la bicicleta. Tiene agua, pero el Ayuntamiento de Fuentes recomienda no beber por el tiempo que llevan las tuberías sin usarse. Además de poner en servicio la fuente y de instalar la primera de las quince bicicletas con que cuenta aproximadamente ha acondicionado el entorno y pintado la pared. “Sin ser albañil, lo he hecho yo”, explica Calvillo, que tiene en mente cambiar también algunos grifos para colocar algunos de un material que de una imagen más homogénea y tradicional, como puede ser el cobre.
Los impulsores de la iniciativa han puesto mucha ilusión en el proyecto y confían en que las bicicletas se respeten y puedan perdurar a lo largo del tiempo.
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