El pueblo de Salamanca en el que nadie trabaja

Según señala el regidor, “había gente con colmenas pero ya se han jubilado. Sólo queda gente mayor. Hay algún empadronado en el pueblo que trabaja fuera, pero no aquí”. Una de las principales quejas del alcalde es la falta de apoyo de las administraciones para que esta situación se revierta. “Se quejan de que la gente no se queda en los pueblos, pero nos echan. ¿Quien se va a quedar aquí? Todo el que puede se larga”, concluye el regidor.

No es el único que se lamenta de la falta de oportunidades en el medio rural y, sobre todo, de pueblos como Molinillo. “Tienes que llamar al autobús para que venga a buscarte, te quitan horarios de médico e incluso para hacerte cargo del bar del pueblo te llenan de impuestos. Para abrir en agosto te obligan a darte de alta un mes, pero tienes que pagar el trimestre”, señala una vecina.