Sábado, 21 de agosto 2021, 09:48
La escasez de agua en la localidad de Candelario, por el notable aumento de residentes en estos días de agosto junto con la pasada ola de calor ha llevado al Ayuntamiento de la localidad a decretar las primeras prohibiciones y restricciones respecto al gasto del agua potable.
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Así, un bando rubricado por el alcalde, Pablo Hernández, establece la prohibición del riego de huertas y jardines, así como del lavado de coches, llenado de piscinas y estanques así como el riego de aceras y terrazas. Todo ello, añade el escrito, “con la finalidad de evitar tener que tornar medidas más extremas, incluidas restricciones horarias”. Igualmente, el Consistorio ha contactado ya con la Diputación de Salamanca para solicitar el abastecimiento de agua cuando sea necesario. Así lo ha explicado el alcalde, Pablo Hernández, cuyo Ayuntamiento ha tomado medias como cerrar las fuentes o reducir el caudal y suspender una actividad acuática infantil para limitar el consumo y no malgastar agua. A mayores, ha pedido la colaboración a vecinos y residentes para que ahorren agua porque, en la última semana, el consumo ha aumentado notablemente y no ha dado tiempo a que los depósitos se llenen con el agua procedente del río Cañaillas.
La situación de Candelario, una localidad caracterizada por tener agua, pone de manifiesto los problemas que sufren los pueblos de las sierras del sur de la provincia en verano cuando baja el caudal de los acuíferos, manantiales y ríos y se incrementa la población de forma notable. Pese a haber sido aceptado ya en la Mancomunidad del Embalse de Béjar, Candelario carece aún de la infraestructura que le permitiría abastecerse desde el pantano de Navamuño que, paradójicamente, se encuentra en su término municipal. Mientras la Junta ejecuta esas obras, el Ayuntamiento, como otros muchos también en la Sierra de Francia, se ven obligados a tomar medidas de control cada verano.
Los pueblos de la provincia tienen dos problemas principales en cuanto al abastecimiento de agua potable. En las sierras se dan casos de sequía y falta de infraestructuras para retener el agua. En otras comarcas, como la de Peñaranda, hay municipios que sufren más la contaminación por arsénico o nitratos.
La villa de Candelario cuenta con tres depósitos que hacen una capacidad total de 2.000 metros cúbicos, de los que se abastece el municipio. La localidad ya forma parte de la mancomunidad del Embalse de Béjar pero, de momento, no recibe suministro desde el pantano de Navamuño.
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El municipio de Cantagallo también forma parte de la Mancomunidad del Embalse de Béjar pero no tampoco tiene las redes. La Junta presupuestó la obra este año pero no hay datos sobre su estado.
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