‘El Perrero’, sin nadie a quien perseguir

Los vecinos de Nava de Francia recibieron un año más al “Perrero”, un personaje de origen pagano que cada fin de año se encarga de animar las calles del pueblo corriendo, látigo en mano, tras los jóvenes, e incluso irrumpiendo en las casas para perturbar a los habitantes.

La festividad, marcada por el COVID, se limitó a la mañana del 31 de diciembre, en la que la Corporación Municipal, “El Perrero”, y sus dos alguaciles, regalaron a los vecinos ausentes fotos del original personaje en las puertas de sus casas. “Para que, aunque no estén, sepan que El Perrero ha estado aquí”, señalaban los protagonistas.

Francisco Mateo Rodríguez, más conocido como “Marze”, Juan Manuel Hernández Mateo, Daniel Sánchez López y Faustino Sánchez, encarnaron al “Perrero”, los dos alguaciles y animaron con gaita y tamboril anunciando su llegada.

En un año tan peculiar, el mensaje del “Perrero” es claro y directo: “Hoy no se celebra una fiesta, se celebra la vida, y recordamos que hay que seguir”. Las campanas repicaban solitarias para la llamada a misa, y quienes pudieron se dejaron llevar por la magia animosa que contagiaba el personaje envuelto en ropa vieja —símbolo del año viejo—, y acompañado por las varas floreadas de los dos alguaciles —el año nuevo—. No faltaba detalle. El látigo, explicaba “Marze”, representa la fertilización de los campos, y por eso se chasquea contra el suelo, aunque también se dice que “El Perrero” perseguía a las mujeres casaderas. El único detalle nuevo fue el uso de mascarilla, que tanto él como los alguaciles lucían a juego con un vistoso bordado serrano. “No se deben perder las tradiciones, incluso siendo un año duro”, señalaban los protagonistas. Una teoría a la que se unió el concejal de Cultura, Javi Peña. “Los vecinos han agradecido que se mantenga”, afirma.