El oscurantismo de la asociación de José Luis Pascual lleva a 30 pueblos a dejar la asociación

El oscurantismo en la gestión que rodea a la Agrupación Europea de Cooperación Transfronteriza (AECT) “Duero-Douro”, con sede en la localidad de Trabanca, ha provocado que más de una treintena de municipios salmantinos de los 67 que inicialmente la componían hayan dejado de ser socios.

Una falta de información que también es palpable a la hora de establecer realmente cuántos ayuntamientos siguen formando parte de la agrupación, ya que es una información que tampoco se hace pública, al igual que las cuentas o presupuestos anuales.

Entre los consistorios que han dejado de pertenecer a la AECT está El Payo, como confirma su alcalde Agapito Pascual. “Cuando se nos ofreció la posibilidad de acogernos a la renovación de la iluminación viaria, con instalación de leds, el contrato no era nada claro al poner un consumo de cerca del doble de lo que veníamos consumiendo de electricidad en el pueblo... y eso era para 15 años”.

De igual forma habla sobre los proyectos de la AECT, Agustín Tomé, el alcalde de El Sahugo, otra de las localidades que ha dejado la asociación: “Nos pedían 270.000 euros por un proyecto que al poco tiempo hicimos por nuestros medios y le costó al pueblo lo mismo, 40.000 euros”, refiriéndose a la mejora de la eficiencia energética del alumbrado público.

El propio Consistorio de Trabanca, en el que tiene la sede la agrupación, también dejó de ser socio al igual que han hecho Lumbrales, Serradilla del Arroyo, Barruecopardo, Espeja, Fuenteguinaldo y otras muchas localidades de toda La Raya salmantina.

Una falta de transparencia que está sufriendo en la actualidad Vitigudino, que sigue sin iluminación navideña al decidir el director general de la agrupación, José Luis Pascual, cortar el suministro eléctrico sin comunicación previa alegando deudas en el contrato con el Ayuntamiento, que niega la alcaldesa Luisa de Paz.

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