Jueves, 9 de febrero 2023, 14:22
La frialdad de los números y la estadística no deja resquicios para las dudas al analizar la población y las distintas comarcas de la provincia, señalando de manera inequívoca el desplome que sufren los municipios ubicados al Oeste y que están considerados cabeceras y referentes de sus respectivas comarcas.
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Desde el inicio del siglo XXI hasta 2022, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) dejan ver un panorama en el que los descensos más pronunciados de vecinos superan los 30 puntos de porcentaje.
Así, por ejemplo, en localidades como Aldeadávila de la Ribera el descenso población en 22 años ha sido del 31,9% pasando de los 1.702 vecinos del año 2000 a los 1.159 que están registrados en 2022 por el INE. “Solución siempre puede haber, pero para perder población más despacio”, reconoce el alcalde, Santiago Hernández, “en el pueblo hay pocos nacimientos porque a pesar del cheque bebé de 3.000 euros no hay relevo generacional y quizá la solución pase por ‘importar’ personas haciendo más atractivo el municipio. Es un pueblo muy especial en el que desde el Ayuntamiento se mantienen muchos puestos de trabajo”, insiste el regidor de Aldeadávila, donde ahora viven 543 personas menos que a comienzos de este siglo.
Un porcentaje de pérdida bastante parecido es el que se ha producido en el mismo arco temporal en Lumbrales, que ha visto reducida su población en 676 personas, lo que supone un 30,5% pal pasar de 2.210 vecinos a 1.534. “La despoblación en el medio rural llega tras un cambio total en el modelo social. La gente ya no quiere vivir en el pueblo porque no se ofertan servicios, algo que ocurre por dejadez de las administraciones públicas”, lamenta el alcalde, Carlos Pedraz, “si se busca revertir la situación es necesario que las cabeceras de comarca cuenten con una gama de servicios más amplia y que se pueda ofrecer a los vecinos actividades y recursos que hagan que se queden, como por ejemplo mayor oferta de trabajo”.
Otra de las localidades en la que la bajada es significativa es Vitigudino, donde se ha pasado de 3.128 vecinos a 2.380, algo que supone un descenso del 23,9%. El bloque de municipios importantes también incluye a Ledesma, donde se ha perdido un 21,8% de residentes, al pasar de 1.954 a 1.528.
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En la misma línea está Fuentes de Oñoro, con un 20,2% de bajada, al perder 283 vecinos en esta etapa y pasar de 1.396 a 1.113. En el caso de La Fuente de San Esteban la pérdida es algo menor, pero alcanza el 17,1% haciendo que el municipio haya pasado de los 1.544 vecinos a 1.280.
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