El municipio salmantino que sobrevive por una finca de ganado bravo

Defunciones puntuales no han podido frenar el ritmo de crecimiento en Tejeda y Segoyuela, un pequeño pueblo de 92 habitantes en el que, aunque no se han instalado nuevas familias, sigue habiendo empadronamientos.

Desde el Ayuntamiento afirman que la existencia de una finca de ganado taurino entre Tejeda y Tamames, pero perteneciente al término municipal de Tejeda y Segoyuela, es la causa principal de los empadronamientos, en parte por el movimiento que genera, y por la familia en sí. “Tienen nueve nietos, y vienen a empadronarse, aunque ha nacido una niña también este año”, señala el alcalde, Santiago Martín.

También el movimiento laboral se nota y estimula el censo. “Han venido a empadronarse unas personas que provienen de Perú”, señala el primer edil. Las últimas defunciones, por otro lado, se reducen a una en 2021 y otra en 2022, de personas de 86 y 85 años respectivamente.

Actualmente no hay incentivos por estar empadronado en el municipio, ni subvenciones como ayudas económicas por nacimiento, por lo que los buenos datos se deben a la actividad económica de la zona, y a la familia que gestiona la finca, que mantiene un estrecho vínculo con el pueblo salmantino de Tejeda y Segoyuela.

En cuanto a un futuro próximo, el alcalde del municipio no se atreve a predecir si habrá nuevos nacimientos o empadronamientos más allá de los recientes: “No ha habido mudanzas ni se han instalado nuevas familias; sencillamente se sigue empadronando gente”.

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