El rodaje del documental sobre el emblemático animal abarca su ciclo en el pueblo. FOTOS: CASAMAR

El marrano albercano salta al estrellato internacional

Una productora audiovisual de EEUU graba sus pasos desde el día de su bendición | El reclamo turístico merodea a su antojo hasta el anochecer

Miércoles, 9 de noviembre 2022, 19:07

Se trata de una de las tradiciones más arraigadas y llamativas de La Alberca. Tan inusitada resulta la vida del marrano de San Antón que una plataforma de cobertura internacional, llegada de los Estados Unidos, sigue de cerca los pasos del famoso cerdo desde el día de su bendición.

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Periódicamente el marrano seduce a las cámaras y micrófonos que salen en su busca para seguir la evolución del mismo. El protagonista llega a la localidad serrana pesando no más que un perro grande, unos treinta kilos, con unos cinco meses de edad, y hasta la tradicional rifa pasa sus días como el más mimado de los animales de granja.

Diariamente su hogar, el entorno de la ermita de San Blas, rebosa pienso a espuertas y abundante agua a su entera disposición. Cada mañana se encuentra la puerta abierta y sale a husmear y pasear por las calles albercanas ante la admiración de los turistas, que ya conocen la tradición, y que no dudan en alimentarle.

El de este año es “especialmente goloso”, según cuenta la concejala de Turismo Soledad Ruiz, quien se encarga además de sus cuidados esta temporada. Entre sus preferencias destacan las manzanas y las rosquillas. Pese al libre albedrío del que goza este símbolo del pueblo albercano, está domesticado y regresa a su lecho sin problemas.

Nunca ha habido accidentes ni fugas, aunque sí anécdotas curiosas: “Una vez uno se subió hasta la Peña de Francia, y otra vez se metió en una cuadra y no salía”, relata la cuidadora. Estas hazañas convierten al marrano de cada edición en un individuo de gustos y preferencias impredecibles. Unos son más erráticos y exploradores, y otros más perezosos.

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Tampoco hay horarios: el marrano sale al alba y se le devuelve al atardecer, aunque cuando hay tormenta o lluvia acuciante, se cobija y no es tan fácil dar con él. En temporadas altas de turismo, como el mes de agosto, el marrano pasa más tiempo en la zona de la ermita, debido al estrés que supone exponerle ante el gentío.

Cada mes de enero la Plaza Mayor de La Alberca se despide del cerdo durante la tradicional rifa, siempre con fines benéficos, un marrano que llegó nervioso y desorientado, y que poco a poco se desenvuelve ladino por las calles, robando con osadía los bocados que los visitantes degustan en su visita al municipio.

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En este punto el marrano alcanza ya los 160 kilos aproximadamente, rezuma vitalidad y atrae, al igual que el día de su bendición, a cientos y cientos de vecinos y turistas que desean compartir los momentos más estelares de la vida de este peculiar ejemplar. Hasta el propio pueblo rinde homenaje constante a este habitante de cuatro patas que olfatea las calles empedradas a diario: junto a la iglesia se eleva una estatua de piedra en forma de cerdo, al estilo de los típicos verracos, que representa al marrano de San Antón, y junto al cual cada 13 de junio, día del Santo, el párroco bendice al nuevo huésped después de una misa que también convoca a vecinos y curiosos, ansiosos por tocar por primera vez al nuevo marrano.

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