Viernes, 19 de agosto 2022, 22:30
El más terrible de los incendios forestales sufridos por la provincia de Salamanca en lo que va de siglo, el incendio de Monsagro, pudo ser aún mucho peor si no fuera por la abnegada labor y el esfuerzo de profesionales como el capataz de brigada mirobrigense Rafael Comuñas, que este jueves recibió un emotivo homenaje de las gentes de Guadapero, la pedanía de Serradilla del Arroyo que tuvo que ser evacuada ante el avance de las llamas el pasado mes de julio.
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“Rafa Comuñas logró que el pueblo no fuera pasto de las llamas, pero además lo hizo portándose además como un auténtico caballero”, destacó ayer el alcalde pedáneo de Guadapero, Arturo Vicente, en el transcurso de un acto de homenaje que contó con la participación del presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias; el alcalde de Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias, y varios ediles de la Corporación mirobrigense.
Un homenaje que fue de todo un pueblo, a través tanto del Ayuntamiento como de la asociación de fiestas de Guadapero que hizo entrega al brigadistas mirobrigense de una placa en reconocimiento de su heroica labor en la extinción del fuego.
“La verdad es que, aunque agradecido de corazón, mi primera reacción al anunciarme este homenaje fue la declinar este honor porque no me lo merezco, pero sí hoy estoy aquí es por todos los compañeros, los brigadistas de tierra y los helitransportados y sus pilotos; los bomberos de Ciudad Rodrigo y otras localidades; los que manejaban los buldócer; los agentes medioambientales; los profesionales en general que participamos en la extinción de este incendio”, aseguró Rafael Comuñas.
Un brigadista que afirmó “no ser muy amigo de fotografías ni protagonismos, pero el solo hecho de que un Ayuntamiento, de que un pueblo entero reconozca nuestra labor, me ha hecho sentirme en la obligación de recoger el reconocimiento en nombre de todos mis compañeros”.
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Rafael Comuñas, al igual que varios centenares de profesionales, participó desde el primer día en los trabajos de extinción del incendio de Monsagro que arrasó más de ocho mil hectáreas de monte y pastos de siete términos municipales, permaneciendo activo durante más de veinte días a lo largo del pasado mes de julio y obligando a la evacuación de tres municipios, Morasverdes, Monsagro y el propio pueblo de Guadapero que le rindió homenaje.
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