Sebastián Inestal en el banco donde trabaja la madera en Mogarraz y donde recibió a Ayuso CASAMAR

El ‘amigo’ de Ayuso en Mogarraz: “Mejor que ganara ella, que no esos que defienden a Venezuela o a la ETA”

El artesano de la madera Sebastián Inestal conserva entre sus muchos recuerdos de 90 años de vida “el hambre de la Guerra Civil” y más recientemente “la cercanía y buen trato” de la presidenta madrileña

Martes, 25 de mayo 2021, 13:19

Cientos de pequeños aperos tapizan las paredes de la bodega de una de las casas más típicas y mejor conservadas de la Plaza Mayor de Mogarraz, hasta el punto de llamar la atención de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien este “autodidacta por jubilación” de 90 años invitó a entrar en busca de un regalo para sus hijos... “pero resulta que no tenía”.

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¿Cómo acabó la presidente madrileña Isabel Díaz Ayuso visitando la bodega de su casa?

Fue de casualidad, pasaba por la Plaza y la invité a entrar a conocer mi bodega, incluso le ofrecí un regalo para sus hijos, pero resulta que no está casada, por lo que al final el regalé un tajo. La verdad es que es una persona muy agradecida y de agradable conversación.

¿Qué le pareció la victoria de Ayuso en las últimas elecciones de Madrid?

Mire usted, pues claro que me alegré de que ganara Ayuso porque es mejor que gane España que no esos que defienden a Venezuela o a la ETA.

¿Se puede decir que es usted de los más viejos del lugar?

Estoy entre ellos, sí, pocos quedamos en Mogarraz con tantos años pero sobre todo pocos quedamos que estemos tan bien de cabeza porque puedo dar gracias que con los noventa años cumplidos hace un mes estoy perfectamente y conservo todos los recuerdos.

Una salud envidiable, ¿pero algún achaque sí tendrá?

Sí, uno que me trae y me lleva de mala gana, las piernas, ya aguanto poco tiempo en pie porque la ulcera vascular no me deja, por lo demás no me quejo.

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¿Siempre ha vivido en Mogarraz?

Siempre, afortunadamente no me ha hecho falta salir del pueblo, aunque desde bien joven, al acabar la escuela a los 13 años, me puse a trabajar para ayudar en casa, porque en aquella época solo tres tuvieron posibilidades económicas para seguir estudiando, aunque yo era muy bueno en matemáticas. Desde entonces he trabajado en todo lo que ha ido surgiendo en el campo y también en albañilería, con título. Sí que conozco muy bien Barcelona, porque allí viven mis sobrinos y he pasado buenas temporadas por allí, pero siempre volviendo al pueblo.

En la Guerra Civil sí que pasamos hambre, seguíamos lo que ocurría en la radio que solo tenían tres vecinos ricos del pueblo

Nació en 1931, ¿recuerda los años de la Guerra Civil?

Por supuesto que sí, entonces sí que pasamos hambre, seguíamos lo que ocurría en la radio que solo tenían tres vecinos ricos del pueblo. Hubo muertos del pueblo en los dos bandos. Cuando daban el parte y avisaban de que iban a llegar los “rojos”, las gentes del pueblo pusieron vigas para cortar la carretera por miedo a que pudieran llegar hasta aquí. Lo que estamos pasando ahora no tiene ni punto de comparación.

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¿La madera es afición o profesión?

No, el trabajo con la madera no ha sido por profesión, empecé cuando me jubilé y sobre todo me gusta hacer cucharas, garrotes y tajos. No sé si cuántos habré hecho ya, aunque con la úlcera de la pierna ya no puedo hacer tanto como me gustaría.

¿Llegó a casarse?

No, y viendo cómo están ahora las cosas, que se juntan y se separan, pues casi mejor soltero. Me manejo bien así y me da tiempo para mis cosas y para leer que es algo que me gusta mucho, libros de cualquier tema y también seguir la política en la televisión.

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¿Cómo está viviendo la pandemia?

Aquí estamos tranquilos, sí que dicen que ha habido algún contagio pero de aquí del pueblo no son, habrán venido de fuera. Ahora ya estoy vacunado, con la “pfizer” esa y aunque no nos juntamos mucho, es algo que da tranquilidad.

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