De zona selvática a espacio de recreo a un paso de la capital

Santa Marta ha sabido sacar partido al proyecto de rehabilitación de la Isla del Soto que a día de hoy cuenta con distintas instalaciones para aprender y disfrutar de la biodiversidad del lugar

Viernes, 24 de julio 2020, 17:22

Ya en el año 1997 el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes ponía los ojos en un espacio verde con grandes posibilidades que en aquel momento era propiedad privada. Con una visión muy clara de lo que con el tiempo se convertiría en el gran pulmón verde de la localidad santamartina la Isla del Soto pasó a ser de titularidad municipal, comenzando a dar grandes pasos hasta llegar a ser el espacio multifuncional del que disfrutan vecinos y visitantes dejando definitivamente atrás la zona selvática que fue y convirtiéndose en un enorme “laboratorio” para estudiar de primera mano y sobre el terreno su gran biodiversidad, y su peculiar flora y fauna que se codea con las especies urbanas de la capital.

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El proyecto para la rehabilitación de la Isla del Soto buscaba desde sus inicios potenciar los recursos naturales y sociales poniendo en valor y ordenando la utilización pública de la zona. Así, se proyectó el uso racional del espacio con fines lúdicos, medioambientales, deportivos y culturales, fines todos ellos que se materializaron con la construcción de diferentes instalaciones que partieron todas ellas de una premisa fundamental, integrarse con un paisaje único que siempre ha sido el principal atractivo de un proyecto ya por fin materializado en toda su extensión.

La Isla del Soto, que completó su rehabilitación con la inauguración del Centro de Interpretación, cuenta con un observatorio de aves, una explanada destinada a actos culturales como conciertos, carril bici, merenderos, distintas zonas dotadas con mobiliario urbano, parque infantil, zona deportiva, área de ocio y descanso y puestos de pescadores, que son unos de los asiduos visitantes de este espacio ubicado en las orillas del río Tormes que alberga especies que hace estos espacios el objeto deseado de los salmantinos que practican este deporte.

También han sido muchas las actividades de voluntariado ambiental que se han desarrollado en la Isla del Soto —el gran pulmón de Santa Marta de Tormes— y que han contribuido a la conservación de la biodiversidad de la zona con acciones como la repoblación con especies arbóreas tales como el madroño o el saúco, la limpieza o la colocación de cajas nido para aves o la reintroducción en la Isla de especies como el avión zapador. Una manera de interactuar con la zona y trabajar sobre el terreno y devolver a la naturaleza de forma altruista lo que ofrece al hombre.

Concursos de pesca, jornadas deportivas y actividades culturales se suman cada año a las actividades diarias que realizan los santamartinos en la Isla del Soto, un destino inigualable para el paseo o la simple observación de la naturaleza que se distribuyen a lo largo de 13 hectáreas de zona verde en que la mano del hombre sólo ha intervenido para dotar el espacio de instalaciones integradas que pongan más en valor una zona ya de por sí muy valiosa, convirtiéndola en la mayor zona recreativa de la localidad, a tiro de piedra del casco urbano con todas las posibilidades de la naturaleza y el aire puro a dos minutos de la ciudad.

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