José Criado, José Herráez y Benigno Suárez, en la moción de censura que le arrebató la Alcaldía en 2021 EÑE

Condenado el exalcalde de Pelayos por matar con veneno al perro de su vecino

La pena es de 6 meses de prisión y 600 euros | Los hechos sucedieron en abril de 2020 durante la pandemia

Martes, 7 de febrero 2023, 22:22

El juzgado número 2 de lo penal de Salamanca ha condenado al exalcalde de la localidad de Pelayos, Benigno Suarez (PP), por un delito de maltrato animal, que tuvo como consecuencia la muerte por envenenamiento del perro de un vecino, a la pena de ... 6 meses de prisión, inhabilitación especial del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de duración de la condena, así como a 3 años de inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales y para la tenencia de animales.

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Asimismo, la sentencia, que ya es firme, establece que indemnice a la cooperativa Hermanos Martín Galinduste SCL en la cantidad de 300 euros, correspondientes al perro siniestrado, y 332,75 euros, que corresponden con la necropsia del animal y costas.

La sentencia recoge como hechos probados que, en el mes de abril de 2020, durante la pandemia y siendo todavía regidor de la localidad de Pelayos, “con ánimo de maltrato injustificado y conociendo que necesariamente le causaría la muerte, introdujo en la bebida y en el alimento del animal sustancias que provocan hemorragias masivas en los organismos envenenados, de manera que causó la muerte del animal por envenenamiento”.

El perro, que era un terrier, había sido colocado en la puerta de la finca de la cooperativa con labores de vigilancia por los propietarios, que según han señalado y también queda recogido en la sentencia, “tenían conflictos en las relaciones de vecindad” con Benigno Suárez.

Tal como ha relatado José María Martín, propietario del perro que murió envenenado, “no es la primera vez que tenemos conflictos con Benigno Suárez desde 2008. Hemos pasado un calvario y esta vez lo hemos podido demostrar porque estaba harto e instalé una cámara de vigilancia por consejo de la Guardia Civil. Con esa cámara se hicieron las fotos y el vídeo para demostrar lo que hacía porque hasta que no tuve las imágenes y el vídeo no me creía nadie”.

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Los hechos que recoge la sentencia ocurrieron en una finca ganadera de la que son renteros los integrantes de la cooperativa que se dedican a criar en ella vacas de carne de la raza Salers.

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